Almejas a la marinera { #retotíaalia }

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almejas a la marinera


En este mes de marzo, la anfitriona del #retotíaalia se ha alojado en el blog que regenta Luz, Cocinando en un abril encantado, y quien espero que haya abandonado su estado de piedra pómez tras enterarse de ser la elegida para organizar este reto que sigue dando vueltas por las cocinas de compañeras blogueras. 

El blog de Luz es de esos que cuando lo visitas, has de llevarte una silla cómoda para coger buena posición y leer todas las historias que nos cuenta. Dicharachera y amena. Así veo a Luz, aún sin conocerla.

Para el #retotíaalia, Luz eligió unas Almejas a la marinera como opción salada, y un Helado de fresa como dulce. Hacer almejas a la marinera iba a ser una tarea rápida y sencilla, y solo tardé cero coma en decidir qué preparar para el reto. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al leer la receta, descubrí que entre sus ingredientes se encontraba el pimentón. ¿Por qué sorpresa? Pues porque las elaboraciones de almejas a la marinera que yo he comido siempre, no llevaban pimentón. Mi madre y mi suegra son la referencia que tengo, puesto que yo nunca las había hecho antes de ahora. Y ahí tenía la excusa para indagar sobre el tema. He podido descubrir que al menos la auténtica receta de almejas a la marinera es de origen gallego, y la salsa que sirve de base para esta preparación es igualmente de origen gallego. Esta puede llevar salsa de tomate o no, pero lo que sí es seguro es que lleva pimentón. Las demás, son variantes que se acercan a la clásica salsa verde, y que unos espesan con pan rallado y otros con harina. Así que aprendida la lección, solo faltaba ponerse el delantal y cocinar.

Lo primero que haremos será limpiar a conciencia las almejas para evitar encontrarnos restos de arena en su interior, porque no olvidemos que viven en el fondo del mar y que lo más normal es que contengan restos de arena en su interior. Las sumergimos en un recipiente con abundante agua que las cubra y una cucharadita de sal. Si alguna flota, la descartamos, y si alguna está rota también, y lo mismo si ya están abiertas, pues es señal de que están muertas. Las mantenemos sumergidas en el agua durante una hora, y transcurrido ese tiempo, las cogemos con la mano sin tocar el fondo y las lavamos en un colador bajo el chorro de agua fría.

Superado el primer paso, cogemos cuchara de palo y nos ponemos a cocinar. Os cuento cómo cocinar unas almejas a la marinera, una receta que es imprescindible acompañar con pan en buenas cantidades para aprovechar la salsa y toda la esencia. ¡Está que te mueres de buena! Es una receta que no había probado en la vida, y que francamente, volveré a repetir porque nos ha ... ¡requete chiflado! :)

Ingredientes

  • Medio kilo de almejas vivas
  • Medio vaso de agua
  • Media cebolla picada muy, muy finamente
  • Un diente de ajo picado también muy finamente
  • Una cucharadita de harina
  • Media cucharadita de pimentón dulce Las Hermanas
  • Media cucharadita de pimentón picante Las Hermanas
  • Medio vaso de vino blanco
  • Una hoja de laurel
  • Perejil fresco picado
  • Sal
  • Aceite de oliva

Elaboración

  1. Limpiamos las almejas según la explicación que figura unas líneas más arriba.
  2. Ponemos el medio vaso de agua a calentar en una cazuela, y cuando rompa a hervir, vertemos las almejas y las tapamos. Retiramos las almejas a medida que se van abriendo, y una vez retiradas todas, colamos el caldo de cocción poniendo un paño en el colador para asegurarnos de que no pasan restos de arena o de cualquier otra impureza que no desprendieran en el paso previo. Reservamos el caldo.
  3. En otra cazuela aparte ponemos dos cucharadas de aceite a calentar y pochamos la cebolla y el diente de ajo a fuego suave, removiendo con frecuencia para asegurarnos de que no llegan a dorarse. Cuando la cebolla comienza a ablandarse, incorporamos la harina, y removemos hasta que no queden grumos. A continuación los dos tipos de pimentón, removiendo rápidamente para que no se quemen, porque de lo contrario, nos amargaría la elaboración. Esto lo sabremos porque es justo el momento en el que el pimentón comienza a desprender su olor. Seguidamente vertemos el vino blanco, removemos, dejamos que evapore el alcohol un par de minutos, y a continuación vertemos el agua de cocción reservada y la hoja de laurel. Tapamos y dejamos cocer cinco minutos a fuego muy suave.
  4. Transcurrido este tiempo, añadimos las almejas, mezclamos muy bien para que la salsa penetre en el interior de las conchas, y dejamos cocer tapadas durante diez minutos aproximadamente.
  5. Picamos perejil fresco y lo añadimos en el último momento. 

Y con esta receta con la que he participado en el #retotíaalia me despido durante unos días en los que espero descansar, al menos lo haré del toque del despertador. Pero bien cierto es que no me faltarán actividades que atender y que poner en orden antes de volver a la carga tras las vacaciones.

¡Disfrutad de la Semana Santa!


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Fougasse con masa madre { Reto Bake the World }

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fougasse



Fougasse.

Esta es propuesta que Clara y Virginia nos han hecho para el reto del mes de marzo de Bake the World. Poca información he podido encontrar sobre este pan del cual lo que más enamora nada más verlo, obviamente, es su forma tan característica: la de la hoja de un árbol. 

El pan fougasse es el ejemplo de un pan que originariamente se utilizaba de forma experimental. ¿Y cómo? Para entender lo que quiero decir hemos de viajar atrás en el tiempo, y nos ponemos la toga romana y viajamos hasta la Antigua Roma, pues es allí donde se sabe de un pan, el panis focacius, que se cocía en las cenizas, y del cual surgió posteriormente nuestra hogaza, la focaccia italiana y nuestro pan de hoy: la fougasse. Familia amplia y archiconocida la de estos panes, ya veis ;) Los franceses empleaban la masa de lo que era la fougasse para calcular el tiempo de cocción que requeriría el pan según estuvieran las brasas en las que cocerlo. 

fougasse


Existen versiones saladas y dulces de este vistoso pan. Es un pan de tal aceptación en Francia, que se ha extendido a lo largo y ancho de la región de Occitania con diferentes nombres que son prueba de la variedad de este pan. Dentro de la versión dulce, tenemos la fougasse aromatizada con agua de azahar; y dentro de su versión salada, tenemos aquellas aromatizadas a base de aceitunas, hierbas aromáticas, tocino, queso, anchoas, cebolla, entre otros ingredientes.

Mi versión del pan fougasse es sencilla. Solo lleva orégano y sal en escamas entre sus ingredientes, y fueron estos los ingredientes elegidos porque mi idea era utilizar este pan como entrante para disfrutar mojándolo en un buen aceite de oliva. Queda espectacularmente crujiente en la corteza, y tierno en su miga, poca miga, pero miga. Si quieres algo más completo, no dudes en añadirle alguno de los ingredientes que he mencionado arriba, o los que más gusten en tu casa.

fougasse


El punto fuerte de esta receta de pan fougasse va en la elaboración: masa madre entre sus ingredientes y un proceso de fermentación en frío. Dicho así, lo mismo os habéis echado las manos a la cabeza. Pero no, no. Manos abajo. Si no tenéis masa madre, unas líneas más abajo os indico cantidades sin ella. Y tanto si la tenéis como si no, el proceso de fermentación en frío conlleva una técnica de amasado que se hace con la gorra, que implica únicamente mezclar los ingredientes, y de ahí, a la nevera, a que duerma y crezca lentamente. Así que fuera miedos por el amasado. El resultado de la masa, cualquier masa, tras este proceso, es simplemente ... ¡espectacular! Os reto a que lo probéis. 

Como espectacular es la fougasse, un pan al que le había puesto el listón muy alto, quizás por su forma tan bonita. Pero nada más lejos, porque es muy sencillo de elaborar.

Os cuento cómo elaborar un pan fougasse con masa madre.


Ingredientes

  • 220 gr de harina de panadero
  • 145 gr de agua templada
  • 62 gr de masa madre al 100% de hidratación
  • 3 gr de sal común
  • 3 gr de levadura fresca de panadero
  • 1 cda de orégano
  • Sal en escamas
  • Sémola de trigo


Elaboración

  1. Un día antes de elaborar definitivamente nuestro pan, en un recipiente mezclamos la harina con la levadura, y la desmenuzamos frotándola con la harina con las yemas de los dedos. 
  2. Hacemos un hueco en el centro y vertemos el agua, y la masa madre. Mezclamos, y poco a poco vamos añadiendo la harina hasta que todos los ingredientes se han mezclado uniformemente. Tapamos el recipiente con film transparente, o un gorro de ducha, y dejamos reposar quince minutos.
  3. Transcurrido este tiempo, añadimos a una lado la sal, y al otro el orégano. Amasamos suavemente con las yemas de los dedos para que se incorporen a la masa, y amasamos siguiendo el método francés de Bertinet, y que podéis ver aquí. Engrasamos un recipiente, guardamos la masa, tapamos con film transparente o un gorro de ducha, y refrigeramos durante 24 horas.
  4. Un par de horas antes de formar nuestro pan, sacamos la masa de la nevera para que se atempere. Extendemos un par de cucharadas de sémola de trigo sobre la mesa de trabajo, volcamos la masa suavemente sobre la sémola, le damos la vuelta para rebozarla también por el otro lado.
  5. Preparamos una fuente de horno con papel vegetal y colocamos sobre este la masa. Con las yemas de los dedos vamos extendiéndola suavemente, dándole forma de lágrima al mismo tiempo, y procurando no "maltratarla" para que conserve las burbujas de aire que se han ido formando en su interior.
  6. Con la parte llana de una rasqueta hacemos un corte central, y tres más cortos a cada lado del corte vertebral. Abrimos los cortes practicados para separarlos. Esparcimos unas escamas de sal, ejerciendo una leve presión para permitir que se incrusten en la masa. Tapamos con un paño y dejamos reposar una hora.
  7. Precalentamos el horno a 250ºC. Introducimos la fougasse, vertemos un vaso de agua en la parte inferior del horno, y cocemos durante cinco minutos. Transcurrido este tiempo, abrimos la puerta un par de centímetros para permitir salir el vapor y durante diez segundos. Bajamos la temperatura a 220ºC y horneamos unos quince minutos más.
  8. Sacamos del horno y pasamos el pan inmediatamente a una rejilla.
Notas
  • Para elaborar un pan fougasse sin masa madre, necesitamos: 250 gr de harina de panadero, 175 ml de agua templada; 5 gr de levadura fresca de panadero; 5 gr de sal.



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Huesos de San Expedito { Receta de Semana Santa }

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Huesos de San Expedito


¡Cuántas, cuántas veces habré visto Huesos de San Expedito en el mostrador de la panadería en la que acostumbro a comprar el pan! ¡Uffff! Incontables. Y cuántas veces los habré comprado, porque es un dulce que gusta mucho en casa. Un bocado de un hueso de San Expedito te deja el regusto de la cocina tradicional en la boca. Es a eso a lo que me sabe el anís. Seguro que muchos de vosotros sabéis de lo que hablo.

Un día cayó la receta de este delicioso dulce en mis manos, y claro, no podía plantearme si hacerla o no. Fue directa a la primera posición de mis recetas pendientes de hacer. Puestos en marcha, cuando me puse a indagar sobre la procedencia de la receta, descubrí, sorpresivamente, que son típicos de Madrid. ¡Vaya! Aunque también lo son de Sevilla, y se consumen en otras muchas regiones, como en Castilla en toda su magnitud, tanto la manchega como la castellana. Esto último me lo han soplado mis compis del instituto, que fueron mis conejillos de Indias con una de las tandas que preparé, y quienes los conocen como huesillos.

Y no solo descubrí eso, sino que son un dulce típico de las fechas que estamos tocando ya con la yema de los dedos: la Semana Santa.

Huesos de San Expedito


Los huesos de San Expedito son unos dulces de masa y sabor similar a la de las rosquillas fritas de anís, y que al freírse resulta ligeramente esponjada, pero con una forma característica: alargada, del tamaño de un dedo, y con un corte en el centro que hace que se pueda pensar que su imagen se acerca a la de un hueso. ¿Tú qué crees? El caso es que el nombre de este dulce manjar debe su nombre a San Expedito, soldado romano convertido al catolicismo, y patrón de las causas justas y urgentes.

Ahora lo justo y urgente es presentaros la receta de los Huesos de San Expedito e invitaros a elaborarla. Os gustará ;)


Huesos de San Expedito



Ingredientes (20 piezas aproximadamente)

  • 75 gr de azúcar blanquilla
  • La piel de medio limón
  • 30 gr de aceite frito
  • Un pellizco de sal
  • 2 huevos tamaño "L"
  • 1 y 1/2 cdas de licor de anís o aguardiente
  • 1 cda colmada de anís en grano 
  • 265 gr de harina de trigo común
  • 1 cdta de impulsor químico
  • Aceite para freír
  • Azúcar glas para espolvorear

Elaboración


Tradicional
  1. En un recipiente amplio ponemos el azúcar, la piel del medio limón rallada, el aceite frito, la sal y los dos huevos, y batimos hasta espumar.
  2. Añadimos el chorrito de licor de anís, el anís en grano, la harina y la levadura, y mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea. Hacemos una bola y la tapamos con film transparente. Reservamos en la nevera durante una hora.
  3. Transcurrido ese tiempo, ponemos abundante aceite a calentar en una sartén honda.
  4. Mientras tanto, vamos a ir moldeando los huesos. Cogemos porciones de tamaño un poco mayor que el de una nuez, le damos forma de bola, y a continuación lo extendemos para darle forma de dedo. Practicamos un corte profundo de extremo a extremo.
  5. Para freír los huesos, es conveniente que el aceite esté a unos 160ºC, a una temperatura suave, no excesivamente caliente, pues puede pasar que se doren muy rápidamente y que la masa quede cruda. Freímos los huesos por tandas, y una vez dorados los retiramos a un plato protegido con papel absorbente. 
  6. Una vez que han perdido temperatura los espolvoreamos con azúcar glas.
Con thermomix 31
  1. En el vaso ponemos el azúcar y la piel del medio limón y lo pulverizamos durante 10 segundos a velocidad 9.
  2. Añadimos el aceite frito, la sal y los huevos, y batimos durante 2 minutos a velocidad 4.
  3. Añadimos el licor de anís, el anís en grano, la harina y la levadura, y mezclamos durante 1 minuto a velocidad 3. Hacemos una bola y la tapamos con film transparente. Reservamos en la nevera durante una hora.
  4. Transcurrido ese tiempo, ponemos abundante aceite a calentar en una sartén honda.
  5. Mientras tanto, vamos a ir moldeando los huesos. Cogemos porciones de tamaño un poco mayor que el de una nuez, le damos forma de bola, y a continuación lo extendemos para darle forma de dedo. Practicamos un corte profundo de extremo a extremo.
  6. Para freír los huesos, es conveniente que el aceite esté a unos 160ºC, a una temperatura suave, no excesivamente caliente, pues puede pasar que se doren muy rápidamente y que la masa quede cruda. Freímos los huesos por tandas, y una vez dorados los retiramos a un plato protegido con papel absorbente. 
  7. Una vez que han perdido temperatura los espolvoreamos con azúcar glas.
Fuente: Revista oficial Thermomix número 30.


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Chips crujientes de alcachofas con huevos fritos

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Chips de alcachofa con huevos fritos


Si os digo Maribel, ese nombre, por sí solo, no os dice nada, ¿verdad? Si os os digo Masterchef, seguro que os dice un poco más. Y si vinculo Maribel con Masterchef, seguro que soltáis algo así como: "¡Claro, mujer!"

La protagonista de la receta de hoy no es precisamente Maribel. Pero siento la necesidad de mencionarla para hablar de una delicia del huerto y de la que ella se ha convertido en embajadora clave: la alcachofa de Benicarló. Quienes seguisteis la primera edición del programa es imposible que no recordéis que no hubo elaboración de esta concursante tan polifacética, en la que no estuviera presente la alcachofa. Y la verdad es que ahora que he tenido la gran suerte de tenerla en mi casa gracias a Benihort, y de disfrutarla en diferentes elaboraciones, entiendo el por qué ha sido vendida y defendida a capa y espada por ella.

La alcachofa de Benicarló goza de el sello de Denominación de Origen desde el año 1998. Este sello es el reconocimiento a un trabajo esmerado y concienzudo que generación tras generación ha sabido trabajar un producto tan distintivo y de gran calidad que solo se puede obtener en las tierras bañadas por el Mar Mediterráneo y donde las temperaturas no ofrecen fuertes oscilaciones. La alcachofa de Benicarló es de forma redondeada, con hojas prietas, y de larga duración, de lo cual puedo dar buena cuenta.

Limpiar una alcachofa es una tarea un tanto tediosa. Pero os puedo asegurar, una vez probadas, que el tiempo empleado es bien merecido. La alcachofa de Benicarló es de sabor muy suave, de hojas tiernas, al contrario de algunas que resultan duras aún habiéndolas cocido. Y seguro que sabéis que la alcachofa guarda en su interior unos pelitos que hay que retirar, pues puede resultar de lo más incómodo encontrártelos. Esta alcachofa es tan tierna, que aún sin retirarlos, no los notas.

chips de alcachofa con huevos fritos


Benihort me hizo llegar una caja repleta de alcachofas, buena dosis de vitaminas y fibra, fácilmente tolerada por los diabéticos, buena amiga de las dietas de control de peso, y que además ayuda a prevenir problemas circulatorios y cardiovasculares. Si vosotros también queréis disfrutar de las bondades de la alcachofa de Benicarló en vuestra casa, os invito a hacer un pedido a domicilio. Y además, podéis aprovechar este código: BO11 para conseguir un descuento del 10% sobre vuestro pedido online aquí. Y no solo podréis tener alcachofas con Denominación de Origen de Benicarló en casa, sino una gran variedad de productos de la huerta como tomates, pimientos, coles, cítricos, lechugas, e incluso aceite. Benihort es una empresa con señera que lleva en funcionamiento desde mediados del siglo XX. Señal de buen trabajo será, ¿no creéis?


chips de alcachofa con huevos fritos


Con las alcachofas de Benicarló he elaborado unos chips crujientes de alcachofa super fáciles de hacer y que harán las mil delicias de vuestros comensales, aún sin gustarles las alcachofas. Y por añadido, con huevos fritos como acompañamiento. ¿O lo son las alcachofas? 


chips de alcachofa con huevos fritos

Vamos a la receta:

Ingredientes (Para 4 personas)

  • 12 alcachofas
  • 8 huevos
  • 100 gr de taquitos de jamón serrano
  • Aceite de oliva
  • Dos dientes de ajo
  • Sal
  • Perejil fresco picado

Elaboración

  1. Empezamos limpiando las alcachofas: cortamos el tallo de la alcachofa, retiramos las hojas exteriores hasta que llegamos a las más blancas. Cortamos las puntas de la flor, redondeamos la parte más cercana al tallo y las sumergimos en un recipiente con abundante agua, unos cubitos de hielo y perejil fresco, para impedir que se ennegrezcan del todo, aunque algo se ennegrecerán. Las mantenemos en el agua hasta que hayamos terminado de limpiarlas.
  2. Escurrimos las alcachofas, las secamos bien con papel de cocina, apoyamos los extremos opuestos al tallo sobre una tabla de cocina y las cortamos en láminas de dos milímetros de ancho, desechando los extremos. 
  3. En una sartén de tamaño mediano ponemos abundante aceite a calentar a temperatura alta. Vamos friendo las láminas de alcachofas por tandas, y sacándolas a una fuente protegida con papel de cocina a medida que van adquiriendo un tono dorado fuerte. Sazonamos al gusto.
  4. Aparte, en una sartén pequeña ponemos más aceite de oliva a calentar a fuego fuerte. En mi cocina, de un máximo de nueve potencias, lo pongo en el 8. Freímos los huevos uno a uno. Para hacer un huevo frito (con puntilla) perfecto:
    1. Vuelco el huevo en un vasito pequeño para asegurarme de que no tiene manchas y desecharlo.
    2. Lo vierto en el aceite y lo dejo freír sin echar aceite por encima hasta que se ha hecho una puntilla alrededor. Entonces, con una espumadera, voy echando aceite por encima de la yema pero sin que llegue a cocerse y quedarse amarilla y cuajada.
    3. Retiramos a un plato y sazonamos con sal al gusto.
  5. Ahora vamos con los taquitos de jamón, con los cuales voy a hacer un crujiente. Los distribuímos en papel de hornear, hacemos un pobrecito con él, y lo tostamos en el microondas durante dos minutos, o hasta que veamos que ha mermado a la mitad y que quedan torraditos. Reservamos y dejamos enfriar.
  6. Una vez que hemos terminado de freír los huevos, escurrimos casi todo el aceite, dejando un par de cucharadas para dorar unos ajitos cortados en láminas.
  7. Para servir, formamos una cama con los chips crujientes de alcachofa, ponemos los huevos por encima, espolvoreamos los taquitos de jamón por encima, y sobre estos, los dientes de ajo doraditos y crujientes. Espolvoreamos un poco de perejil fresco picado y que no falte el pan, por supuesto.


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Hamburguesas con foie, boletus y chutney de manzana

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hamburguesa con foie, boletus y chutney de manzana


Tal cual avancé hace unos días, cuando publiqué los panecillos de hamburguesa crujientes con cebolla, tenía pendiente de publicar una receta de hamburguesa para unirme al reto #LékuéBurger. Tarde. Lo sé. Así que hoy cumplo con un promesa con la que di mi palabra, y la di encantada, porque probar el Kit Burger para hacer hamburguesas era algo que estaba deseando hacer, aunque era todo un reto para mi.

¿Un reto hacer una hamburguesa? ¿Por qué?

Os explico ...

En casa no entra ninguna otra hamburguesa que no sea la casera. Y además, en casa tengo al que cariñosamente llamo "el hamburguesero mayor del reino", o sea sé, mi marido, y sus hamburguesas son su especialidad. Tanto, que yo nunca las hago, y tal y como yo le digo, no quiero quitarle la corona que le encumbra a esta categoría. Así que tiene el trono de la hamburguesa única y exclusivamente para él. Así que cuando en casa toca hacer hamburguesas, son de su total responsabilidad :D

¿Entendéis ahora el por qué esta receta era todo un reto para mi?

Lo que me temo una vez probada la hamburguesa que presento para este reto, es que mi hamburguesero esté dispuesto a cederme su trono. Pero otra cosa es que yo esté dispuesta a ocuparlo ... Y estoy segura de que así no va a ser :)

Aún así, mi hamburguesa es digna de ocupar un trono de lo más encomiable :) ¡Shhhh, que no se entere mi marido!

Esta hamburguesa lleva foie y boletus, y como salsa, en lugar de las más clásicas como pueden ser el ketchup, la mostaza, la salsa barbacoa o la mayonesa, yo lo presenté con un chutney de manzana a la sidra. A mi me suena de lo más "chic". ¿Y a vosotros? 

hamburguesa con foie, boletus y chutney de manzana



Ingredientes (Para 4 hamburguesas)

  • 4 panecillos de hamburguesa crujientes a la cebolla
  • 400 gramos de carne picada de ternera
  • 50 gr de foie
  • 50 gr de boletus
  • 1 cdta de ajo deshidratado
  • 1 huevo tamaño "L"
  • Sal 
  • Pimienta
  • Queso curado
  • Rúcula
  • Chutney de manzana a la sidra
  • Aceite de oliva

Elaboración

  1. Lavamos el boletus, lo picamos muy, muy finamente y lo salteamos a fuego fuerte en un poquito de aceite en una sartén. Lo retiramos y reservamos.
  2. En un recipiente ponemos la carne, el foie desmenuzado, el boletus, el ajo deshidratado, el huevo batido y sal y pimienta al gusto. Mezclamos y refrigeramos durante media hora.
  3. Dividimos la carne en cuatro raciones de peso similar . Cortamos cuatro cuadrados de papel de horno, ponemos encima el molde de silicona de mayor tamaño de nuestro Kit Burger. Aplastamos con el aplastador de plástico que lo acompaña para que quede totalmente llana. Procedemos de la misma manera con el resto de las raciones y las reservamos.
  4. Ponemos un poquito de aceite en una sartén y planchamos las hamburguesas. Dependiendo de si os gustan más o menos hechas las dejáis hacer más o menos tiempo. Antes de terminarse de hacer, ponemos una loncha de queso curado encima para que se deshaga ligeramente. Retiramos y reservamos.
Montaje
  • Abrimos el panecillo de hamburguesa y extendemos un poco de chutney de manzana.  Hacemos una cama de rúcula, ponemos encima la hamburguesa con el queso. Extendemos un poco más de chutney en la tapa del panecillo y cerramos la hamburguesa.
¡A disfrutar!


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Directas al grano { eBook descargable }

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directas al grano


Un ingrediente:
El arroz

Cinco amigas:
Carmen, de Tía Alia Recetas
Yolanda, quien suscribe, de Cocido de sopa

Once meses,

 y ...

¡Cincuenta y cinco recetas!


directas al grano


¿Qué hacen cinco amigas, con un ingrediente, a lo largo de once meses? La última cifra lo dice todo: cincuenta y cinco recetas. Cincuenta y cinco recetas de arroz que tocaron diferentes temáticas, que viajaron a lo largo y ancho de España, que hicieron la maleta para recorrer el mundo, que nos reconfortaron el estómago en los fríos días de invierno, que nos aportaron frescor y color en ensaladas, que nos endulzaron la cuchara, que engañaron nuestros sentidos haciendo ver arroz donde no lo había.

Curiosamente, ninguna de nosotras hemos coincidido en ninguna de nuestras elaboraciones, y creedme cuando os digo que todo ha sido fruto de la casualidad, porque lo único que apalabramos era la fecha de publicación, el día 11 de cada mes, y la temática. 

Y en una cosa más en la que estamos de acuerdo las cinco es en cuánto hemos disfrutado de este reto.  A pesar de haber tenido alguna que otra dificultad, sobre todo por el tema del tiempo, la lectura final que puedo, y que debo hacer de esta experiencia, es que hemos exprimido este ingrediente, el arroz, al máximo. Ahora sabemos cómo cocinarlo en diferentes técnicas, cómo presentarlo, cómo manipularlo. Ahora podemos decir a ciencia cierta que el arroz es uno de los ingredientes más versátiles de nuestras despensas. Y lo más importante de todo: disfrutarlo con solo pensar cómo sorprender a nuestras compañeras, a nuestros comensales, y por añadido, a todos vosotros. 

Y como sabemos que muchos habéis sido fieles seguidores mensuales de nuestras entregas, y como sabemos que el arroz os gusta tanto como a nosotras, os traemos un regalito: cincuenta y cinco recetas en formato e-book. Un trabajazo en el que Paula ha invertido una gran cantidad de tiempo y por lo cual se merece una ola con efecto tsunami sabiendo, además, que está a las puertas de una oposición que le absorbe gran parte de su tiempo libre. Paula, como dicen los adolescentes hoy en día: ¡eres una máquina! Muchas gracias por tu estupendo, maravilloso, cuidado y esmerado trabajo.

Y a todas: Beatriz, Carmen, Neus y Paula, estupendas compañeras, pero especialmente amigas, unidas por nuestros blogs, unidas por la cocina, y unidas hacia una amistad imparable.

Nos quedan días por delante, y meses, y sin duda, Directas al grano, volverán a la carga con un nuevo reto, sea cual sea el sobrenombre que les acompañe. Y el tiempo será testigo de ello.

Por ahora os dejamos disfrutando de nuestro recopilatorio. Y os invitamos retamos a cocinar las 55 recetas que lo forman. ¿Es mucho pedir?

Y para ir abriendo boca, recordad nuestra Fan Page en Facebook, y donde iremos publicando de nuevo todas nuestras recetas, y nuestro álbum en Pinterest. Si no nos seguís la pista, es que estáis, francamente, muy despistados ;)

Pincha en la imagen para descargártelo y disfrutarlo desde tu ordenador.


TITULO DE LA IMAGEN

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Panecillos de hamburguesa crujientes con cebolla

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panecillos de hamburguesa


Hace ya unas semanas (y me salen los colores al decirlo), Lékué me invitó a formar parte de un reto: #LékuéBurger, pero diversos compromisos y falta de tiempo me impidieron estar ahí y aportar mi granito de arena para la ocasión. No es que ahora ande más ligera de tiempo, que ya querría yo, pero hice mi receta, y tenía que compartirla con vosotros, porque en casa somos muy fans de las hamburguesas caseras y un pan como el de hoy le va que ni pintado. La hamburguesa, eso sí, en breve :)

Para hacer esta receta he seguido los consejos que Su, de Webos Fritos, compartió con un grupo de bloggers recién iniciado este año en un taller de pan. Es una masa de pan básica, al 70% de hidratación, lo cual quiere decir que la masa lleva un 70% de ingrediente líquido con respecto a la cantidad de harina. Le he añadido las proporciones de panadero, que son un 2% de sal y un 5% de levadura fresca. Y la he enriquecido añadiendo cebolla crujiente, que le da un toque riquísimo.

Pero estos panecillos de hamburguesa no son los típicos bollitos blanditos que nos venden en los supermercados. Yo quería que tuvieran una corteza crujiente y una miga blanda, para evitar que se rompan al comer nuestra hamburguesa, y que es una de las cosas que menos me gustan de este tipo de pan. Y lo he conseguido, vaya que sí :)

Para conseguir una corteza crujiente no se necesita otra cosa que agua. Ese agua, vertido sobre la base de nuestro horno, genera un vapor que a alta temperatura logrará que el pan quede crujiente en su superficie. Nada de agua, huevo, mantequilla ... No, no, no. Agua y nada más que agua. 

¿Lo quieres comprobar por ti mism@?



panecillos de hamburguesa



Ingredientes (Para 4 panecillos)


  • 375 gr de harina de fuerza
  • 290 ml de agua templada
  • 8 gr de levadura prensada de panadero
  • 1 cdta de miel
  • 7 gr de sal de mesa
  • 2 cdas de cebolla crujiente

Elaboración

  1. En un vaso ponemos un poco del agua que tenemos que emplear y diluimos en ella la levadura junto con la miel. Removemos y reservamos cinco minutos.
  2. En en recipiente, en mi caso en el Kit Panera de Lékué, mezclamos la harina con la sal, le añadimos el agua con la levadura y el resto del agua, que iremos incorporando poco a poco a medida que vayamos necesitando.
  3. Quedará una masa un poco pegajosa, pero no por ello habéis de añadir más harina. Necesita aire y reposo. Amasamos durante unos diez minutos siguiendo la técnica del amasado francés para incorporar aire. Para poner en práctica esta técnica, seguimos los siguientes pasos:
    1. Ponemos la masa sobre una superficie limpia, la cogemos en posición perpendicular a nosotros como quien coge un bocadillo, la giramos y la subimos hasta la altura de los ojos.
    2. Dejamos caer la masa en la encimera y sin soltarla la estiramos hacia nuestro cuerpo, aún pegada a la encimera y la doblamos hacia adelante como cerrándola. De esta manera atraparemos aire dentro de la masa y poco a poco irá cambiando de textura, más uniforme y elástica, y menos pegajosa.
    3. Damos forma de bola a la masa, la barnizamos de aceite y la guardamos en el Kit Panera, o en un recipiente apropiado, tapándolo para que no esté en contacto con corrientes.
  4. Dejamos reposar la masa hasta que haya doblado su volumen, que dependiendo de la temperatura ambiental, variará, pero aproximadamente entre hora y hora y media. Intentad no tener la masa cerca de una fuente de calor para que el gluten no desarrolle rápidamente y vaya liberándolo despacio.
  5. Transcurrido este tiempo, desgasificamos la masa unos minutos. Añadimos la cebolla crujiente y amasamos para que se reparta bien. 
  6. Cortamos la masa en cuatro porciones de peso similar. Amasamos cada una de ellas siguiendo la técnica francesa, les damos forma de bola y las reservamos en una bandeja de horno, cubiertas con abundante harina y tapadas por un paño de algodón. Para que el paño no toque la masa, pongo dos briks de leche en los laterales, y estos sostendrán el paño en el aire.
  7. Precalentamos el horno a 250ºC.
  8. Antes de meter los panes en el horno, le hacemos unos cortes en forma de cruz. Los cortes han de ser rápidos y con decisión para no rasgar la masa.
  9. Introducimos los panes, echamos medio vaso de agua en la base del horno. Transcurridos cinco minutos abrimos la puerta del horno ligeramente y contamos diez segundos para que salga el vapor.
  10. Añadimos diez minutos más de tiempo a la misma temperatura. Bajamos la temperatura a 220ºC y horneamos durante cinco minutos más o hasta que queden doraditos en su superficie.

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Causa limeña de pollo y langostinos

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causa limeña de pollo y langostinos


No puedo negar que la suerte me ha sonreído, y ahora entenderéis por qué ;)

Hace unos meses que tengo preparada en la parrilla de salida la receta de la causa limeña. Y hace tan solo unas semanas recibí el correo de las chicas de Cooking the Chef, Aisha y Abril, proponiéndonos un nuevo cocinero para el mes de febrero: Gastón Acurio. Nada sabía yo de él. Complicada mi participación en el reto. Poco tiempo el mío para indagar. De unos meses para esta parte ando bastante desligada del mundo blogueril y de las redes por temas laborales, y para más inri, este año me veré de nuevo envuelta entre libros para enfrentarme a la dura rutina de la preparación de las oposiciones. Sí. De nuevo :(

Un rápido paseo indagador por la blogosfera para saber un poco más sobre la gastronomía de Gastón Acurio, y ... ¡zas!, me encuentro con que este cocinero, peruano de origen, es considerado como uno de los mejores críticos gastronómicos, y uno de los veinte mejores cocineros del mundo. ¡Con la boca abierta me quedé! Y además tiene por misión "peruanizar el mundo". Pues que se preparen los ciudadanos del mundo, porque sé, por experiencia, que la cocina andina es de quitarse el sombrero. No vamos a tratarla como "competencia", porque de lo que se trata es de aprender, de valorar lo que tenemos a nuestro alrededor, de sacar lo mejor de ella y por supuesto, de disfrutarla.

Una de las recetas con las que Gastón pretende "peruanizar" el mundo es con la causa limeña. La primera vez que leí sobre ella fue allá por el 2012, en el blog Tomates verdes fritos. No puedo negar que cuando leí el nombre me llamó tanto la atención que llegó a parecerme extraño para una receta.

Pero el sentido ocupa el lugar que debe con este nombre cuando una lee que durante la guerra que enfrentó a Bolivia y Perú con Chile en el segundo tercio del siglo XIX, para ayudar a los soldados que defendían la Causa peruana, las mujeres vendían en las calles limeñas un plato que elaboraban con patata machacada, ají, aceite, lima, sal y pimienta. Entonces salían a la calle y pregonaban: "¡Por la causa, por la causa!"

Otra corriente justifica el nombre diciendo que procede del término quechua "kausay", que significa vida, sustento, justamente lo que la patata, o papa para ellos: el principal sustento familiar del día a día. Solo en Perú hay alrededor de 3000 variedades de patata. Es un tubérculo puramente andino que se ha convertido en uno de los alimentos más importantes de todo el mundo, junto con el arroz y el maíz. Es un regalo de la Pacha mama (la madre tierra), y de hecho, tiene dedicado un Día Nacional: el 30 de mayo. Los peruanos elaboran recetas con papas y lo celebran con danzas folklóricas, concursos y mucha, mucha comida.

Hoy en día la causa limeña se ha enriquecido incorporando ingredientes más nutritivos y sabrosos, como son pollo, atún, marisco, pulpo o pescado.

Para elaborar la causa es imprescindible otro producto peruano: pasta de ají amarillo. En España podréis encontrarlo en tiendas de venta de productos sudamericanos.También os digo que es totalmente imprescindible. Sin el ají, esta receta no sería tan resultona como es. Le da el punto de picor que necesita para que sea un plato sabroso y rico que en casa nos ha gustado mucho.

Una receta que funciona como plato único. Es contundente, y ahora veréis por qué ...

causa limeña de pollo y langostinos


Ingredientes (Para 4p)


Para la salsa de cebolla y ají amarillo
  • 120 gr de cebolla roja
  • 1 cdta de pasta de ají amarillo
  • El zumo de una lima
  • Las hojas de cuatro ramas de cilantro fresco
Para la causa limeña
  • 700 ml de agua
  • 250 gr de pechuga de pollo
  • 400 gr de patatas
  • 3 huevos tamaño "L"
  • 16 langostinos crudos (4 de ellos para decorar)
  • 7 gr de pasta de ají amarillo
  • 75 gr de mayonesa
  • 1 aguacate
  • Aceite de oliva

Elaboración


Con thermomix 31
  1. Empezamos preparando la salsa de cebolla y ají amarillo. Pelamos la cebolla y la picamos en brunoise muy, muy fina. Le añadimos el zumo de la lima, la cucharadita de pasta de ají y las hojas de cilantro lavadas y picaditas. Mezclamos y reservamos.
  2. A continuación comenzamos con la causa, ponemos el agua en el vaso, y la pechuga de pollo cortada en cuatro trozos en el cestillo y dentro del vaso. En el recipiente Varoma, las patatas peladas y troceadas con los tres huevos, y en la bandeja Varoma los langostinos. Cerramos el vaso, colocamos el recipiente Varoma y su tapa, pero reservamos la bandeja Varoma con los langostinos. Programamos 30 minutos, Varoma, velocidad 2. Al cabo de ese tiempo, ponemos la bandeja Varoma en su posición y volvemos a programar 15 minutos, Varoma, velocidad 2. 
  3. Retiramos el Varoma, sacamos el cestillo y desechamos el agua. 
  4. Volcamos las patatas en el vaso, y junto a ellas la pasta de ají, sal y un chorretón de aceite de oliva. Trituramos durante 30 segundos, velocidad 4. Comprobamos que las patatas han quedado hechas puré, el sabor, y rectificamos de sal si fuera necesario. Retiramos el puré del vaso a un plato y lo reservamos.
  5. En el mismo vaso, y sin lavar, ponemos la pechuga de pollo, 1 huevo y medio cocido, 12 langostinos pelados, la salsa de cebolla y ají, la mayonesa y 1/2 cdta de sal. Troceamos durante 6 segundos, giro a la izquierda, velocidad 4. Retiramos a un plato y reservamos. 
  6. Pelamos el aguacate y cortamos la mitad en láminas muy finas. Reservamos.
  7. Picamos el huevo y medio restante muy finamente, o lo cortamos en láminas, como prefiramos. Reservamos.
Modo tradicional
  1. Empezamos preparando la salsa de cebolla y ají amarillo. Pelamos la cebolla y la picamos en brunoise muy, muy fina. Le añadimos el zumo de la lima, la cucharadita de pasta de ají y las hojas de cilantro lavadas y picaditas. Mezclamos y reservamos.
  2. Ponemos al fuego una cazuela con abundante agua para cocer las patatas peladas y cortadas en trozos y la pechuga cortada también en cuatro trozos. Salamos y llevamos a ebullición. Cocemos durante media hora. Entonces escurrimos las patatas y la pechuga y dejamos templar.
  3. Mientras tanto, en un cazo pequeño ponemos los huevos a cocer. Cuando el agua rompa a hervir, apagamos el fuego, tapamos el cazo y dejamos en reposo 20 minutos. Refrescamos los huevos y los pelamos. Reservamos.
  4. Aplastamos la patata hasta hacerla puré. Le añadimos la pasta de ají, sal y un chorretón de aceite, y mezclamos incluso con las mismas manos para deshacer posibles grumos que queden. Reservamos.
  5. Deshilachamos la pechuga de pollo en hebras cortas, le añadimos uno de los huevos muy picadito, 12 langostinos picaditos, la salsa de cebolla y ají y la mayonesa. Mezclamos bien, comprobamos el punto de sal y rectificamos si fuera necesario. Reservamos.
  6. Pelamos el aguacate y cortamos la mitad en láminas muy finas. Reservamos.
  7. Picamos el huevo y medio restante muy finamente, o lo cortamos en láminas, como prefiramos. Reservamos.
Emplatado
  1. Pincelamos un aro de emplatar con aceite por dentro y lo colocamos en la base del plato. 
  2. Ponemos una base como de un centímetro de altura de puré de patata. Sobre este unos dos centímetros de la mezcla de pollo y langostinos, sobre este extendemos un poco de huevo picado, el aguacate, y cerramos con otra capa de puré de patata. Proseguimos igual con los cuatro platos restantes.
  3. Decoramos con un langostino, una lámina de aguacate, una hoja de cilantro y un poco de huevo picado por encima, o como más nos guste.
Notas
  • Andad con cuidado con la pasta de ají, porque es muy, muy picante.

¿Y vosotros? ¿Podríais vivir sin patatas?


Receta adaptada de la revista Thermomix no. 57



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Chutney de manzana y arándanos a la sidra

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chutney de manzana y arándanos a la sidra


Toda la culpa de la incursión de mis gustos gastronómicos en el mundo del chutney lo tiene un encuentro gastronómico que tuvo lugar en Madrid tiempo atrás. Para la ocasión elaboré un chutney de tomate que sirvió de relleno de unos muffins salados de queso de cabra

A partir de ahí, fue Carmen, la culpable (desde el cariño) que me fue introduciendo más en este mundillo; no en vano, su vena medio británica siente mucho tirón hacia este tipo de elaboraciones, y una tampoco se queda corta. Las tontas del chutney, somos, según sus propias palabras :)

Un día hace un chutney de mango, y un tarrito que viene para casa. Otro día, de manzana. La vena curiosa se me empieza a despertar, y como sé de sus gustos, soy yo la que le devuelve este teje-maneje con un chutney de remolacha. Y así hasta continuar con el de paraguaya, o el de calabaza, todos de su cosecha, y a cuál más rico. Aunque puestos a elegir, mi favoritos son dos: el de manzana y el de paraguaya, del cual tengo una pequeña reserva y que me niego a finiquitar. 

Este que os traigo servirá como condimento a una receta que vendrá en breve. Así que por ahora no os queda otra que disfrutarlo con una buena tabla de quesos, que es con quien mejor pareja hacer, y si es queso Cheddar, típicamente británico, la unión es simplemente perfecta. 

Ingredientes

  • 2 manzanas golden
  • 1/2 cebolla
  • 50 ml de vinagre de manzana
  • 90 ml de sidra
  • 30 gr de arándanos deshidratados
  • 1 cdta de mostaza a la antigua
  • 60 gr de azúcar moreno
  • 1/2 cdta de curry en polvo
  • 1/2 cdta de tikka masala
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva

Elaboración

  1. En una cazuela ponemos una cucharada de aceite y rehogamos a fuego suave las manzanas y la media cebolla, peladas y picadas muy, muy finamente. Cuando comience a reblandecerse añadimos el resto de los ingredientes y lo mantenemos cociendo a fuego muy suave durante unos 40 minutos.
  2. Al término de ese tiempo, comprobamos su punto. Ha de quedar con algo de jugo, y de textura similar a la del sirope. Hemos de tener en cuenta de que al enfriarse espesará. Si lo notamos muy espeso, añadimos un poco más de sidra y lo mantenemos cociendo a fuego suave hasta adquirir la textura idónea.

Receta adaptada de Delishsis

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