Pizza stromboli {Reto Bake the world}

{ 42 Comentarios }

Pizza stromboli_1 

 Pizza. Cinco letras en una palabra y que muchos interpretan como comida rápida. ¿Y por qué? ¿Porque es un tipo de comida que te sirven casi instantáneamente desde el momento en el que la encargas? Puede que sea esa la idea. Pero quienes más o menos estamos metidos en el mundo de la cocina y hemos metido las manos en la masa para hacer pizza, sabemos que no es un tipo de comida tan rápida como quieren bautizarla. Al fin y al cabo es una base de pan que como tal, requiere cariño a la hora de mezclar los ingredientes y necesita reposo para que el gluten se desarrolle por el efecto de la levadura al entrar en contacto con una fuente de calor.

La pizza es sin duda un signo de identidad de la gastronomía y cultura italianas, y más en concreto de la ciudad de Nápoles. ¿Pero fue allí donde nació?

Pues según he podido averiguar, parece ser que no. El pan lavash, el pan pita, el naan son panes planos, y como ellos, la pizza, así que podríamos pensar que están emparentados. Y no andaríamos mal con nuestra intuición. No. Pero una pizza se elabora con ingredientes que repartimos en su superficie, mientras que cualquiera de los panes que he mencionado anteriormente, no.

¿Sabías que los soldados persas cocinaban un pan plano en sus propios escudos, y que les ponían queso y dátiles encima? Esto ocurría allá por el año 500 A.C., cuando ni tú ni yo estábamos en proyecto de ser parte de la Humanidad. El mismo poeta Virgilio, quinientos años más tarde, en su obra La Eneída, cita unos panes que servían de alimento a los más pobres. Los egipcios celebraban el cumpleaños del faraón homenajeándole con panes condimentados. Y los griegos tenían un pan que también condimentaban con hierbas y que cocían en hornos. Es muy probable que cuando los griegos fundaron Neopolis, actualmente Nápoles, se llevaran con ellos sus pitas, terminó que etimológicamente evolucionó, seguramente, a pizza. Y si no, prueba tú mismo a pronunciar las dos palabras para comprobar el efecto fonético tan parecido uno al otro. Ahora entiendes el orígen de la pizza que la inmensa humanidad ubica en Nápoles, ¿verdad?

Sea cierto o no todo lo que te cuento, que prometo no haberme inventado, sino que he elaborado a partir de fuentes de aquí y de allá, viene a colación de que el reto que Bake the world nos propuso para el mes de abril fue el de elaborar una pizza. Y aquí os traigo la mía: una pizza stromboli, que no es ni más ni menos que una masa de pan de pizza enrollada y con relleno en su interior.

El relleno es todo un clásico en mi casa. Es el que suelo hacer con más frecuencia porque es el que más gusta: un sofrito a base de carne picada, bacon, con cebolla confitada, y por supuesto: tomate y mozzarella. ¿Quieres saber cómo la hago?

Pizza stromboli_2


Ingredientes (Para 3 personas)

Para la masa
  • 300 gr de harina de panadero
  • 150 ml de agua
  • 35 ml de aceite de oliva
  • 15 gr de levadura de panadero
  • 1 cdta de sal
  • 1 cdta de azúcar
Para el relleno
  • 250 gr de carne picada de ternera
  • 1 cebolla
  • 3 lonchas de bacon
  • Queso mozzarella
  • Salsa de tomate
  • Una latita pequeña de champiñones laminados
  • Orégano
  • Aceite de oliva
  • Sal
Elaboración

Del relleno
  1. Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana. Ponemos una cucharada de aceite en una sartén y pochamos la cebolla a fuego muy suave, removiendo de vez en cuando, y durante una media hora, hasta que la cebolla esté blandita. Retiramos y reservamos.
  2. En la misma sartén doramos la carne picada, deshaciéndola con una cuchara y sazonamos al gusto. Picamos las lonchas de bacon en trocitos y los añadimos a la carne. Podemos añadirle un par de cucharadas de tomate frito. Retiramos y reservamos.

De la masa
  1. En un vaso ponemos la levadura y un poco del agua a emplear y diluímos la levadura.
  2. En un cuenco amplio ponemos el resto del agua, el aceite, el agua con la levadura, la harina, la sal y el azúcar y mezclamos con una rasqueta. Una vez incorporados los ingredientes, sacamos la masa del cuenco y amasamos sobre una superficie hasta que la masa quede suave y uniforme, como el culito de un bebé :) Le damos forma de bola.
  3. Aceitamos un recipiente, ponemos la masa en su interior y tapamos con film transparente del que habremos aceitado la parte que irá en contacto con la masa. Tapamos el conjunto con un gorro de ducha o una bolsa de plástico y reservamos en un lugar alejado de corrientes, como por ejemplo el microondas. No conviene ponerla junto a una fuente de calor para evitar que el gluten se desarrolle demasiado antes de entrar en el horno.
  4. Dejamos reposar una hora. Transcurrido ese tiempo sacamos la masa a una superficie que enharinaremos ligeramente y dividimos la masa en tres porciones de peso similar. 
  5. Amasamos cada porción y le damos forma de bola. Aplastamos un poquito y estiramos con un rodillo hasta darle forma de un rectángulo de 15x22 centímetros, con un grosor aproximado de tres milímetros. 
  6. Para rellenar, untamos la superficie con salsa de tomate, al gusto. Ponemos una parte de la carne que cubra dos terceras partes de la masa. Por encima, la cebolla, un poquito de champiñón, y sobre este la cantidad de queso que nos guste. Aderezamos con orégano.
  7. Para enrollar las bases, vamos a hacer una especie de paquetito. Empezamos por los lados más cortos, doblándolos como un centímetro y asegurándonos de que guardan el relleno en su interior. Ahora proseguimos por los lados más largos. Enrollamos y formamos un cilindro. Retiramos a una fuente de horno protegida con papel vegetal y proseguimos de la misma manera con las otras dos porciones de masa.
  8. Precalentamos el horno a 225ºC. Mientras se calienta, espolvoreamos la superficie de trabajo con harina y embadurnamos los stromboli con ella haciéndolos girar. Espolvoreamos orégano por encima. Y de nuevo a la bandeja de horno.
  9. Una vez que el horno haya alcanzado la temperatura, introducimos los stromboli a baja altura, con calor superior e inferior, y bajamos la temperatura a 200ºC. Cocemos durante unos 20 minutos o hasta que comiencen a dorarse. ¡Y listos!




42 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Perrunillas {Reto Tía Alia abril}

{ 30 Comentarios }

Perrunillas_1 

Para este mes de abril el reto Tía Alia se portó, y se portó pero bien, y lo digo sin tintes de ironía. Nos daba a elegir entre un pudín de acelgas o unas perrunillas. ¡Y lo tuve claro desde el segundo -0,0! ¡Perrunillas! Me apetecía mucho meter las manos en la masa de un dulce tan, tan tradicional. 

Digamos que para este mes perdió un poco su espíritu retador, ese en el que elaborar una receta se convierte en una fórmula que muchas veces nos es tan difícil de despejar y ejecutar, y es que San Google podía echarnos un cable ;) En mi caso fue la mejor amiga de mi suegra, cacereña, quien me echó un capote y me dio pistas para elaborar unas perrunillas tal cual se elaboran en su pueblo natal.

Nunca antes había probado las perrunillas, o al menos, eso me pensaba yo, porque fue probarlas y darme cuenta de que sabían como un dulce típico del pueblo de mis padres y que por allí llaman simplemente "pastas".Y mis padres no son de tierras extremeñas, de donde son típicas estas delicias, si no de tierras zamoranas. Pero mira tú por dónde que resulta que en Salamanca también hay perrunillas. Y en Sevilla. ¿Será por la cercanía y que todo lo bueno termina traspasando fronteras? Sin duda que ese debe ser el motivo.

El remate de las perrunillas puede variar de una zona a otra, incluso dentro de la misma Extremadura. Hay quien bate una clara y unta con ella la superficie de las perrunillas; y hay quien como en mi caso, lo hizo montando la clara a punto de nieve, lo cual le confiere una textura súper crujiente que contrasta con la masa de la perrunilla que se deshace en la boca, y es un gustazo para el paladar. Las que veis en las fotos son de la primera hornada, pero poco después hubo una segunda, y una tercera, y mucho me temo que vendrán más porque son muy fáciles y rápidas de hacer. Aparte de ricas, que es el motivo clave para haber repetido :) Os puedo asegurar una cosa: de todas las recetas del reto que he elaborado esta es de las que más, más nos han gustado.

Uno de los secretos de una buena masa de perrunilla, según me confesó la amiga de mi suegra, es batir la manteca hasta que quede suave, suave, algo que por allí llaman batir a punto de nieve, lo mismo que para batir las claras.

Si queréis saber cómo elaboré estas perrunillas, aquí os dejo mi receta. Pero no os despistéis ni dejéis de visitar Tía Alia Recetas para ver las recetas del resto de sus participantes.

Perrunillas_2 

Ingredientes (Para unas 15 perrunillas tamaño mini)
  • 100 gr de manteca blanca a temperatura ambiente
  • 75 gr de azúcar blanquilla
  • 1 huevo a temperatura ambiente
  • 50 ml de aguardiente
  • 200 gr de harina de trigo normal
  • Azúcar para espolvorear
Elaboración
  1. Batir la manteca con unas varillas hasta que quede suave y uniforme, lo que llaman a punto de nieve.
  2. Añadir el azúcar y mezclar.
  3. Separar la yema de la clara. Añadir la yema a la manteca y reservar la clara.
  4. Añadir el aguardiente y mezclar.
  5. Incorporar la harina a poquitos y mezclar con una espátula. La masa ha de quedar compacta, suave y elástica. Darle forma de bola y refrigerar durante unas dos horas, dependiendo del calor ambiental.
  6. Precalentamos el horno a 170ºC. Forramos una bandeja de horno con papel vegetal. Formamos bolas de tamaño más pequeño que una pelota de golf, las aplastamos en la palma de la mano y le damos forma ovalada. Hundido la yema del dedo índice suavemente en la masa y colocamos la perrunilla en la bandeja de horno. Dejamos una separación de entre 2 y 3 centímetros entre cada perrunilla, pues se expandirán un poco.
  7. Montamos la clara a punto de nieve y colocamos una pequeña porción sobre cada perrunilla. Justo antes de introducir la bandeja en el horno, espolvoreamos con azúcar blanquilla al gusto y horneamos unos 30 minutos a media altura, con calor superior e inferior. Notaremos que la clara se empieza a dorar antes que la perrunilla en sí, pero no pasa nada. Las perrunillas han de quedar ligeramente doradas.
Notas
  • Este dulce gana de un día para otro, y si dejamos pasar más días, duran en perfectas condiciones. Eso sí, bien tapaditas, y mejor en un bote de metal de cierre hermético

30 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Pastéis com natas

{ 34 Comentarios }

Pastéis com natas_1 

 Hoy, posiblemente, podríamos estar de vuelta de una escapada a Lisboa, donde nos hubiera gustado pasar unos días disfrutando de las vacaciones de Semana Santa, pero no pudo ser. Es lógico que justo cuando hay mayor demanda, sea de lo que sea, de un servicio o de un producto, el precio que se pide por ello sea mayor. Así que decidimos posponer esa escapada para otro momento, aunque esto de disponer de vacaciones cuando todo el mundo las tiene hace que no puedas evitar sufrir un aumento en el coste del viaje y también, de una mayor afluencia de turismo.

Hoy, posiblemente, ya podríamos haber disfrutado de uno de los dulces más representativos de la gastronomía portuguesa: los pastéis com natas, típicos del barrio de Belém, un barrio que mira al mar, y del que Vasco de Gama se despidió desde su barco al zarpar rumbo a América, a finales del siglo XV. En este barrio se encuentra el Monasterio de los Jerónimos y la torre de vigilancia, declarados Patrimonio Cultural por la UNESCO.

Siglos más tarde, y en concreto, a finales del siglo XIX, la revolución liberal que tuvo lugar por entonces cerró monasterios y conventos, expulsando a la comunidad que formaba parte de ellos. Se dice que alguien que fue miembro de aquel monasterio, como forma de supervivencia, creó un comercio en el que comenzó a elaborar unos pastelitos que atraían a los lugareños y a los visitantes que llegaban a Lisboa por el puerto de Belém. El éxito fue tal, que a partir de entonces, comenzó a producir los conocidos como Pastéis de Belém de forma masiva siguiendo una fórmula secreta y que dicen que hasta hoy se mantiene inalterable.

Me fio de quien me dio a conocer estos pastelitos cuando me dijo que el sabor de estos que os traigo hoy es exactamente el mismo que el de los Pastéis de Belém autóctonos de aquellas tierras. Por lo cual, ese secretismo que parece circular alrededor de esta leyenda, es más bien dudoso.

Mi fuente: Tía Alia Recetas. Por ella conocí esta delicia en uno de los desayunos con los que nos homenajeábamos tiempos atrás, cuando disponíamos de más tiempo. Ahora hemos pasado a homenajearnos en la sobremesa, con lo cual creo que hemos ganado, ¿o no, Carmen? ¡Cuántas ricas recetas nos descubrimos una a la otra, eh!

Os invito a deleitaros con esta delicia. Son super sencillos de elaborar, y rápidos a más no poder. Perfectos para acompañar el café de la sobremesa. Os aconsejo tomarlos templaditos, para disfrutar de la crema que los rellena en una textura que obviamente cambia si los tomamos en frío y espesa. Además, el sabor de la canela en templado dice mucho más en esa temperatura que en frío. Y si no, ¿qué os parece viéndolos con este mordisco?

Pastéis com natas_2 

  Ingredientes (Para 12 pastelitos)
  • 3 yemas de huevo
  • 200 ml de nata líquida
  • 1 cda rasa de harina
  • Ralladura de un limón
  • 75 gr de azúcar blanquilla
  • 1 lámina de hojaldre rectangular
Además
  • Una bandeja de muffins o similar
  • Un cortapastas de forma circular, el mío de 7 cm de diámetro
  • Azúcar glas
  • Canela en polvo
Elaboración
  1. En un cazo ponemos las yemas, la nata, la harina, la ralladura y el azúcar, y mezclamos.
  2. Ponemos el cazo al fuego y a fuego lento removemos hasta que la mezcla comience a espesar. Retiramos a un cuenco pequeño y dejamos enfriar.
  3. Extendemos la plancha de hojaldre y con un cortapastas de diámetro un poco más grande al de las cavidades de muffins de nuestra bandeja, sacamos doce círculos y los colocamos en la bandeja, asegurándonos de que los laterales quedan cubiertos.
  4. Rellenamos las cavidades con la crema que teníamos reservada, y procurando no llenarlos mucho para que no se desborde en el horno.
  5. Precalentamos el horno a 200ºC y horneamos entre 10 y 15 minutos o hasta que comienzan a dorarse, tal cual veis en las fotos. 
  6. Retiramos de la bandeja de muffins poco después de sacarla del horno. Se desprenden con facilidad, así que no es necesario engrasar la bandeja. 
  7. Aún en templado, y antes de consumir, espolvoreamos con azúcar glas y canela en polvo al gusto. 
Riquísimos es decir muy, pero que muy poco.

Aquí podréis averiguar más sobre estos pasteles e incluso hacer una visita virtual a la fábrica y que de ser posible, no me gustaría perderme llegado el momento de estar por aquellos parajes.



34 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Abbracci con pesto de pimientos rojos

{ 25 Comentarios }

Abbracci con pesto pimientos rojos_2

Quienes me seguís, seguramente hayáis echado de menos la cita que el 11 de cada mes venimos teniendo con el arroz las chicas de Directas al grano, una cita convertida en reto. Os habréis dado cuenta de que el día 11 llegó, pasó y no hubo publicación alguna de ninguna receta con arroz. Cuando la vida nos la quiere jugar, nos la juega, y este mes no hemos podido cumplir con nuestro reto, pero el próximo 11 de mayo estaremos aquí como un clavo, y si no, encargaos vosotros mismos de darnos un capón, aunque cariñoso, por no cumplir con nuestra cita ;)

Y hablando de retos ... ¿os acordáis de aquel que mantuvimos Tía Alia Recetas y Cocido de Sopa con la pasta durante doce meses? La propuesta de cocinar pasta de forma diferente a la que mandaba en nuestras casas la superamos sobradamente. Aquel reto terminó, pero no por ello íbamos a dejar de tomar pasta en casa, que no, que no. ¡Si es de lo que más gusta! Y hoy os traigo una idea más que espero os guste. Seguro que sí :)

La receta que hoy os traigo cuesta menos hacerla que pensarla. Tan solo hay que tener asados con antelación unos pimientos rojos, que no os quita tiempo, porque de eso se encarga muy gustosamente el horno. O en su lugar, podéis abrir una lata de los que vienen ya asados, o incluso de pimientos del piquillo. Y a partir de ahí, y en 0,0, tendréis lista una receta de pasta ultra deliciosa.

Si queréis descargar el recopilatorio que formaron todas nuestras recetas podéis hacerlo desde aquí.

Ingredientes (Para 4 personas)
  • 280 gr de abbracci
  • 250 gr de pimientos rojos asados (equivalente a 3 pimientos rojos grandes)
  • 75 gr de avellanas tostadas
  • 50 gr de queso parmesano rallado
  • 15 gr de albahaca fresca
  • 1 diente de ajo 
  • 2 cdas de aceite de oliva
  • 2 cdas del jugo de asar los pimientos
  • Lascas de parmesano
  • Sal
Elaboración
  1. Empezamos asando los pimientos. Precalentamos el horno a 180ºC. Lavamos los pimientos, los secamos y los ponemos en una fuente para horno. Echamos un chorrito de aceite por encima y horneamos en torno a una hora. A medida que veamos que se van dorando, los damos la vuelta. Sacamos la fuente del horno y los dejamos templar, que es como mejor se pelan. Una vez pelados y limpios de pepitas, los cortamos en tiras largas con las mismas manos y los reservamos con el jugo que desprenden. Para evitar que le caigan las pepitas, lo colamos.
  2. Para cocer la pasta ponemos a cocer agua en una olla grande y cuando rompa a hervir, añadimos sal. Vertemos la pasta y cocemos siguiendo las indicaciones del fabricante. Una vez cocida, la colamos
  3. Para hacer el pesto, en un recipiente ponemos los pimientos, las avellanas, el queso, la hojas de la albahaca previamente lavadas, el diente de ajo pelado, el aceite y el jugo de asar los pimientos. Trituramos todo el conjunto. Si notamos la salsa muy espesa, añadirmos más jugo. Comprobamos su punto de sal (cuidado, porque el queso parmesano es salado de por sí), y reservamos.
  4. Servimos inmediatamente la pasta coronada con dos cucharadas del pesto de pimientos, junto con unas lascas de parmesano. Otra alternativa es calentar el pesto y la pasta en la misma olla en la que cocimos la pasta y así mezclar todos los ingredientes.

25 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Rubiols rellenos de requesón

{ 29 Comentarios }

Rubiols_1 

Me topé con el nombre "rubiols" de casualidad uno de esos días en los que la única compañía que tengo para comer es mi móvil y nadie que me regañe por usarlo mientras como, je je je. No es muy entretenido comer sola, la verdad; a mi no me gusta nada. Pero desde que tenemos acceso a internet desde el móvil, estar sola mientras como ya no resulta ni tan aburrido ni tan solitario, aunque como una conversación no hay nada.

Pues como os decía, fue de casualidad cuando trasteando por Facebook apareció ese nombre entre la publicidad que cada vez más nos inunda por ese medio, y curiosa yo, piqué en el enlace para verlo. En cuanto vi que se trataba de una receta dulce, y además, en formato empanadilla, caí rendida a sus pies. Además, entre sus ingredientes se encontraban naranjas, y casualmente necesitaba recetas para dar rienda suelta a una cantidad importante que me llegó de manos de Naranjas valencianas Bea, de la variedad Navel Late, que tal y como me comentó la empresa, son de un dulzor espectacular. Y así lo puedo corroborar. Además, estás repletas de zumo.

Rubiols_2 

Los rubiols son un dulce típico de Semana Santa. La masa es una pasta floja, del estilo a la masa quebrada, aunque algo más blanda. Es importante que descanse un tiempo en la nevera para que se enfríe y nos sea más fácil su manipulación. Se pueden rellenar de cabello de ángel, de mermelada o de requesón, que es la opción que he elegido yo por ser la que más nos gustaría en casa. Y os puedo asegurar que así ha sido.

Rubiols_3 

Ingredientes

Para la masa

  • 350 gr de harina de trigo floja
  • 1 yema
  • 75 gr de manteca blanca de cerdo
  • 85 gr de azúcar blanquilla
  • 62 ml de zumo de naranja
  • 62 ml de leche
  • 62 ml de aceite de girasol
  • 1 cdta de ralladura de naranja
  • Una pizca de canela en polvo
Para el relleno
  • 300 gr de requesón
  • 1 yema de huevo
  • 1 cdta de ralladura de naranja
  • Una pizca de canela en polvo
Además
  • Una bolsa de plástico para conservar alimentos grande 
  • Un rodillo
  • Un cortapastas de 10 cm de diámetro
  • Azúcar glas
Elaboración
  1. En un cuenco ponemos la yema de huevo, la manteca, el azúcar, el zumo, la leche, el aceite, la ralladura, la canela en polvo y la harina, aunque es aconsejable no ponerla toda y añadir una parte a medida que se vaya necesitando. Amasamos hasta que los ingredientes estén bien incorporados y la masa se despegue del cuenco en el que hemos trabajado. Tapamos con film transparente y la guardamos en la nevera entre una y dos horas.
  2. Mezclamos los ingredientes del relleno en un cuenco, tapamos con film y refrigeramos hasta su uso.
  3. Cortamos la bolsa de plástico por dos de los extremos, dejando justo la parte por la que se dobla. Cogemos una porción de masa del tamaño de una bola de golf y la estiramos entre el plástico con el rodillo hasta alcanzar un grosor de unos tres milímetros. Con el cortapastas cortamos círculos y los rellenamos con una cucharadita y un poco más de la mezcla de requesón, y doblamos como si fuera una empanadilla ayudándonos del plástico para ello. Sellamos con un tenedor o algo que le marque una pequeña forma. Yo usé el extremo circular de un abrebotellas. Colocamos los rubiols en una bandeja de horno protegida con papel vegetal. Y proseguimos hasta terminar con toda la masa.
  4. Precalentamos el horno a 170ºC y horneamos a media altura, con calor superior e inferior, unos 25 minutos o hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente.
  5. Retiramos a una rejilla tras unos minutos y espolvoreamos con azúcar glas.
Notas

  • Sobre la textura de la masa de las empanadillas, os contaré que de un día para otro pierde en textura y se ablandan. Esto se debe a la humedad que le confiere el requesón, sin duda, porque dos de las empanadillas las rellené con crema de chocolate y aguantaron el tipo, al menos hasta el día siguiente, que fue cuando volaron. Así que es importante hornearlas hasta que queden bien doraditas y que así aguanten más duritas durante más tiempo.


Receta adaptada de la vista aquí. 


29 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Bacalao espiritual

{ 31 Comentarios }

Bacalao espiritual_1 

 Estamos en Cuaresma, y según dictan los cánones de la Iglesia católica, desde el miércoles de ceniza hasta el viernes de Pascua, no se ha de comer carne. Tradicionalmente, ingredientes como las legumbres, la verdura y el pescado cobran protagonismo en estos días de ayuno, y muy especialmente el bacalao, que se puede cocinar de mil formas y maneras. Y de hecho, entre mi repertorio de recetas de pescado, sin duda alguna el bacalao ocupa muchos puestos, como podéis ver aquí.

Hoy os traigo una receta típicamente portuguesa: bacalao espiritual. Nunca he viajado a Portugal más allá de unos kilómetros pasada la frontera por la provincia de Zamora, pero sé, y seguramente vosotros también, que el bacalao es el rey de la gastronomía portuguesa. Se dice que los portugueses fueron de los primeros en introducir este pescado en su cocina. Y después llegaron los vascos y lo introdujeron en la suya, y por añadido, en nuestra gastronomía. Ellos, que viajaban a Terranova para cazar ballenas, se traían como botín lomos de bacalao abiertos y secados al frío clima de las tierras escandinavas. Y de hecho, el puerto de Bilbao se convirtió en el mayor punto de comercialización de bacalao en nuestro país. Así que no es de extrañar que el País Vasco cuente con un amplio repertorio de recetas con este pescado: bacalao al pil-pil, al ajoarriero - aunque se disputa su origen con Navarra -, en tortilla, a la vizcaína, con almejas, la kurrukutuna ...

Volviendo a la receta de hoy, bacalao espiritual, lo más curioso a primera vista es el nombre, ¿no os parece? Según he podido leer por la red, hay quien dice que su nombre se debe a que es la forma en que las monjas lo cocinaban para aprovechar los productos de sus huertos, aunque mucho dudo que el bacalao crezca entre lechugas, je je je. Lo que parece más fácil de creer es que fue una receta creada por una condesa que pensó en llevar lo más fino de la cocina al restaurante que se abrió en el Palacio de Queluz, residencia de la Familia Real portuguesa años atrás. E inspirándose en una receta francesa: la brandada de bacalao a la parmentièr, creó esta receta.

Os voy a contar algo que os parecerá una tontada: cuando vi esta receta en una de las revistas oficiales de Thermomix, el nombre me echaba para atrás porque no vamos a negar que no es nada inspirador. Posteriormente vi la receta en varios blogs, y un cambio de planes en este fin de semana hizo que tirara de unas migas de bacalao que tenía en la nevera para hacer finalmente la receta. ¿Sabéis de esas veces que os preguntáis que cómo puede ser que no hayáis hecho una receta antes? ¡Pues eso mismo me pregunto yo! En casa nos ha gustado taaantooo que no podido resistirme a la tentación de publicarla YA. Una receta exquisita, suave, y deliciosa que no os podéis perder.


Bacalao espiritual_2


Ingredientes (Para 4 personas)

  • 40 gr de aceite de oliva
  • 125 gr de cebolla pelada y cortada en cuartos
  • 125 gr de zanahoria pelada y cortada en trozos medianos
  • Un diente de ajo pelado
  • 350 gr de migas de bacalao en salazón
  • 35 gr de pan tierno
  • 35 gr de leche
  • 100-125 gr de patatas paja fritas de bolsa
  • Bechamel
    • 300 gr de leche
    • 35 gr de harina de trigo
    • 35 gr de mantequilla
    • Sal
    • Pimienta
    • Nuez moscada
    • Pan rallado
    • Mantequilla (para gratinar)
Elaboración

Método tradicional
  1. El día de antes ponemos en remojo las migas de bacalao. Las lavamos bajo el chorro de agua fría para quitarle la sal y las guardamos en un tupper cubiertas de agua. Cambiamos el agua por la noche y al día siguiente por la mañana. Antes de cocinarlas las escurrimos un tiempo antes para que escurran el máximo de agua posible.
  2. Cortamos la cebolla, la zanahoria y el diente de ajo muy fino y las pochamos a fuego suave en una sartén en el aceite de oliva, removiendo con frecuencia. 
  3. En un recipiente ponemos el pan desmigado y la leche, para que se empape de esta.
  4. En una sartén aparte cocinamos a fuego fuerte las migas durante unos tres o cuatro minutos. Retiramos del fuego y lo añadimos a las verduras ponchadas junto con el pan en leche. Mezclamos.
  5. En una fuente para horno vertemos esta mezcla y cubrimos con las patatas.
  6. Procedemos con la bechamel: ponemos la mantequilla a derretir en una sartén, añadimos la harina, removemos para que se tueste uniformemente durante un par de minutos y vertemos la leche fría. Seguimos removiendo sin parar y sazonamos al gusto con sal, pimienta y nuez moscada. Vertemos la bechamel sobre las patatas, espolvoreamos con pan rallado, disponemos unas nueces de mantequilla por encima y gratinamos en el horno hasta que se haya dorado la superficie.
Con Thermomix 31
  1. Ponemos en el vaso las verduras y picamos durante 10 segundos, velocidad 5.
  2. Añadimos el aceite. Ponemos las migas en el cestillo y lo colocamos en su posición. Programamos 15 minutos, varoma, velocidad cuchara.
  3. Ponemos el pan en la leche para que se empape.
  4. Transcurrido los 15 minutos, retiramos el cestillo e incorporamos el pan. Mezclamos 5 segundos en velocidad 3. 
  5. Añadimos las migas de bacalao y mezclamos con la espátula.
  6. Vertemos el bacalao en una fuente apta para horno, cubrimos con las patatas paja de bolsa.
  7. Para hacer la bechamel ponemos todos los ingredientes en el vaso y programamos 5 minutos, 90º, velocidad 3 y 1/2. Vertemos la bechamel sobre las patatas, espolvoreamos con pan rallado, distribuimos unas nueces de mantequilla por encima y gratinamos hasta que se haya dorado la superficie. 

Fuente: Receta adaptada de la revista oficial Thermomix número 51


31 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.