Jamón en dulce con salsa de manzana

{ 43 Comentarios }

Jamón en dulce_1 

 ¡Toc, toc!

Nieves, Elena ... ¿estáis ahí?

Hoy, 31 de marzo, llamamos a la puerta de La cajita de Nieveselena para hacerles entrega de una de las dos recetas que nos propusieron cocinar para el reto de Tía Alia.

Si andáis un pelín perdidos os cuento que de nuevo Carmen, la anfitriona habitual del reto, y dueña y señora de ese maravilloso recetario que hace unos meses anduvo muy resuelto por mi casa, le concedió el permiso de pasearse por el blog de Nieves y Elena y ellas, hojita va, hijita viene, se quedaron prendadas de dos de sus tatantas recetas: el Jamón en dulce, como receta salada, y los Infantes, como receta dulce.

Mi decisión se inclinó hacia el lado salado, aunque también es verdad que precisamente este mes, de salado tiene más bien poco. Pero no creáis, que antes de tomar esta decisión, estuve pensando y pensando cómo elaborar este jamón. Las indicaciones de la tía Alia nos decían que debíamos quitarle la corteza y el hueso al jamón  y tenerlo cubierto de agua durante veinticuatro horas. Esto me hizo pensar que ese jamón podría ser una pata de jamón entera, salada, que se ponía en remojo para desalar; o que de no ser salada, se sumergía en agua para ayudarle a expulsar impurezas o restos de sangre. Yo no haría eso. Hoy en día podemos presumir de poder encontrar en el mercado las piezas de carne totalmente limpias y no requieren el paso que nos indica tía Alia.

Con carro en mano, ya en la carnicería, mi gozo se ve en un pozo cuando dispuesta a comprar un trozo de esa parte del cerdo que llaman jamón y que podemos aprovechar para hacer unos escalopes empanados, me veo con que no la tienen. Así que directamente pensé en un trozo de una pieza de lomo, y con ella hice este jamón en dulce.

Antes de ponernos el delantal, ¿nos vamos La cajita de Nieveselena a ver qué habrán preparado los participantes en el reto? ¡Allá vamos! :)

Jamón en dulce_2

Ingredientes (Para 4 personas)
  • 800 gramos de lomo de cerdo (aproximandamente)
  • 2 manzanas
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 palo de canela
  • 6 cdas de azúcar moreno
  • 1 cda de agua
  • Aceite de oliva
  • Una nuez de mantequilla
  • Media cdta de zumo de limón
  • Sal
Elaboración
  1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor superior e inferior.
  2. Vamos a empezar sellando el lomo. Salamos la pieza de carne por todos sus lados y ponemos un par de cucharadas de aceite en una tartera que pueda ir al horno para dorarlo a fuego fuerte y evitar que desprenda sus jugos. Este paso se hace rápidamente, pues a medida que cada lado se va dorando, vamos volteando la pieza.
  3. Pelamos las manzanas y reservamos la mitad de una de ellas para laminarla y emplearla para acompañar la carne en el plato. La manzana y media restante la partimos en trozos no muy grandes,  los regamos con el zumo de limón, y los añadimos a la tartera con la carne una vez que ya la hayamos sellado. Vertemos el vaso de vino e introducimos el palo de canela. Metemos la tartera en el horno a una altura baja y horneamos entre 40 y 50 minutos. Para comprobar si la carne ya está hecha, la pinchamos con la punta de un cuchillo, oprimimos un poco y si no sale un jugo rosado, la carne ya está cocinada. 
  4. Mientras la carne se hace, en una sartén pequeña doramos la media manzana que habíamos reservado laminada en una nuez de mantequilla a fuego suave. Cuando esté blandita y ligeramente dorada, espolvoreamos una cucharadita de azúcar moreno por encima, dejamos que se deshaga, le damos la vuelta para que se impregne del azúcar en el fondo de la sartén, y retiramos a un plato. 
  5. Una vez cocinada la carne, vamos a preparar un caramelo. En una sartén en la que quepa la pieza de carne, ponemos el azúcar y la cucharada de agua a fuego suave-medio, y mezclamos antes de que se caliente. Dejamos que el azúcar se vaya derritiendo solo, sin remover. En cuanto comience a burbujear ponemos la pieza de carne encima para que se envuelva con el caramelo. Lo volteamos para que se impregnen bien todos sus lados y retiramos a un plato.
  6. Trituramos la manzana que se había cocinado en el horno con la carne. Si queda muy espesa, añadimos un poquito de agua hasta que adquiera la textura que deseemos. Ajustamos su punto de sal.
  7. Para servir, cortamos la pieza de carne en filetes no muy gruesos, y los acompañamos con una ración de salsa de manzana, de unos gajos de manzana salteada y un hilo de caramelo que habrá sobrado de la preparación.
Notas
  • Es importante que la carne de cerdo esté bien cocida. Al igual que la de pollo o pavo, no debe quedar rosada o poco hecha, aunque es bien cierto que si te pasas del punto de cocción que necesita esta pieza, puedes pecar de que te quede seca. De ahí la importancia de controlar el punto de cocción mientras esté en el horno.


43 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Semlor

{ 42 Comentarios }

Semlor_1 

1 de marzo. Sábado noche. Suena el móvil. Acaba de entrar un correo. Era de las chicas de Bake the world comunicándonos cuál iba a ser el reto para el mes de marzo, y un añadido: un sorteo entre los participantes con un premio como colofón. No sé qué me daba más alegría: si el reto en sí, o el regalo. Bueno, ellas saben que como asidua de sus retos, lo más gratificante es poder comprobar que una ha superado el reto de cada mes; como ese premio, ninguno. Pero seamos sinceros: un premio en sí, gusta, y más cuando se trata del libro Pan casero, de Ibán Yarza.

El reto de marzo: semlor, unos panes suecos dulces, similares a nuestras bambas de nata, rellenas también, pero no solo de nata, sino de una crema de mazapán, ¡y con lo que me gusta la almendra en repostería! ¡Y qué delicia!

Bajo mi punto de vista, encuadro estos bollos dentro de la categoría de bollería, más que pan en sí. Los semlor son unos bollos que tradicionalmente se toman no solo en Suecia, sino también en otros países del norte de Europa como Finlandia, Dinamarca, Noruega, Islandia, Estonia, Lituania, Letonia, y las islas Feroe. Es costumbre tomarlos justo el martes anterior a nuestro Miércoles de Ceniza, día en el que para nosotros culminan los Carnavales y comienza la Cuaresma y los consabidos cuarenta días de ayuno y penitencia que exige la religión cristiana. Ese martes, que para nosotros pasa sin pena ni gloria, es el que en países anglosajones se conoce como Fat Tuesday o Shrove Tuesday, y que por ejemplo en el Reino Unido celebran alegremente con el día del Pancake, o día de la tortita. Es un día en el que los feligreses hacen una mirada retrospectiva, examinando las malas acciones de las que arrepentirse, y las buenas que han de llevar a cabo en un futuro, aparte de homenajear al estómago con todas las delicias de las que no van a poder disfrutar durante esos cuarenta días, y muy especialmente leche, mantequilla y huevos, justo algunos de los ingredientes principales de esta receta.

Para hacer esta receta, visité varios enlaces, visualicé vídeos, pero prácticamente todos coincidían en los ingredientes y en la elaboración, así que me quedé con la receta, aunque con alguna pequeñísima variación, de Pam, que gestiona el blog Unodedos. Además, tenéis un vídeo precioso para el que poca falta hacen las palabras. No he querido ser nada innovadora en la receta, y os presento tal cual es la tradicional. Os puedo asegurar que es una absoluta delicia. Disfrutar de estos bollitos, con su nata montada, su pasta de almendra, el sabor y el aroma al cardamomo, y todo ello impregnado de leche calentita, lo hacen ideal para una merienda. Qué pena no poder invitados a uno para que comprobéis lo buenos que están :))

Semlor_collage

Ingredientes
  • 50 gr de mantequilla
  • 150 ml de leche entera
  • 50 gr de azúcar blanquilla
  • Una pizca de sal
  • Un huevo tamaño "L"
  • 1 cdta de cardamomo molido
  • 25 gr de levadura fresca
  • 380 gr de harina de panadero - podría ser de fuerza, pero yo no tenía
  • 1 huevo batido para barnizar
  • 100 gr de almendra molida
  • 100 gr de azúcar blanquilla
  • Una taza pequeña de café llena de leche
  • Una cda de agua
  • 200 ml de nata para montar, con un mínimo de 35% de materia grasa
  • Azúcar glas
  • 1 cdta de extracto de vainilla
Elaboración
  1. Ponemos un cazo al fuego con la mantequilla y la derretimos. Añadimos la leche y el azúcar y removemos hasta que el azúcar se haya disuelto. Por último añadimos el cardamomo molido. Retiramos del fuego y dejamos que pierda temperatura.
  2. En un cuenco desleímos la levadura con la yema de los dedos y le añadimos la mezcla anterior ya tibia. Removemos para terminar de deshacer la levadura. 
  3. En otro cuenco mezclamos la harina y la sal, y la incorporamos a la mezcla anterior. Mezclamos con una cuchara o una rasqueta de pan. Una vez incorporados los ingredientes, volcamos la masa a una superficie ligeramente enharinada. La masa quedará un pelín pegajosa, pero muy manejable. Y la amasamos según el método francés, y que podéis ver aquí. Boleamos  la masa hasta que quede firme y suave y la dejamos reposar durante una hora, tapada con film transparente, y en contacto con él, y todo el conjunto cubierto con una bolsa de plástico o un gorro de ducha; sí, un gorro de ducha, que se acopla perfectamente al recipiente, je je.
  4. Tras el reposo, sacamos la masa, y amasamos de nuevo. Cortamos nueve porciones de entre 70 y 75 gramos de peso. Las porciones han de cortarse de manera firme con un cuchillo y sin hacer jirones de la masa. Amasamos cada porción, dándole forma de bola y dejamos reposar en una fuente para horno protegida con papel de horno. Hacemos la misma operación con el resto de las porciones. Tapamos las bolitas con un paño y dejamos reposar entre 45 minutos y una hora.
  5. Precalentamos el horno a 200ºC con calor superior e inferior. Batimos un huevo y pincelamos con él la superficie de los bollitos. Los introducimos en el horno a altura media, y los cocemos entre 10 y 12 minutos o hasta que adquieran un tono ligeramente dorado. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
  6. Una vez fríos, y con la ayuda de unas tijeras, les hacemos un corte en forma de triángulo en la parte superior y con la ayuda de un tenedor, sacamos la miga a un recipiente y la remojamos en un poquito de leche . 
  7. En otro recipiente ponemos la almendra molida, los 100 gramos de azúcar y la cucharada de agua. Y mezclamos. Añadimos la miga humedecida, mezclamos y con el conjunto rellenamos las cavidades de los bollitos. 
  8. Montamos la nata y cuando esté a medio montar, añadimos azúcar glas al gusto y el extracto de vainilla. Los cubrimos con la nata montada y terminamos con su tapa. Espolvoreamos con azúcar glas y justo antes de tomarlos, calentamos un poco de leche y lo ponemos en la base para que se empapen bien.
Semlor_hueco

42 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Caracolas saladas

{ 45 Comentarios }

Caracolas saladas_1 

Hace unas semanas tuve la grandísima suerte de ser invitada a un taller de pan impartido en el Miele Centre de Madrid, un centro en el que se exponen verdaderos bellezones de electrodomésticos. Mientras estaba allí yo solo pensaba en que me desmontaran la cocina que tenía frente a mi y llevármela a mi casa. Pero los pensamientos, muchas veces, son sueños, y este era uno de esos casos desafortunadamente.

Quienes me seguís, sabéis que desde hace cerca de dos años, formo parte del reto panarra que gestionan Virginia y Clara, y que a no ser tenga un imperativo que me impida participar, ahí estoy yo todos los meses aportando mi participación. Así que como podréis imaginar, di botes de alegría cuando recibí un correo en mi bandeja de entrada que me invitaba a acudir a ese taller, y más aún sabiendo que quien iba a dirigirlo era Su, de Webos Fritos, un blog que hoy por hoy es uno de los blogs de referencia de muchos bloggers gastronómicos.

Collage_Taller_Su

Hace unos años Su comenzó a interesarse por el mundo del pan y el contacto con profesionales como Francisco Tejero y con libros especializados, ha dado tanto de sí como para publicar su propio libro de pan.

Su tiene unas dotes comunicativas impresionantes. Tiene una gran capacidad de transmitir energía y de hacerte ver que eres capaz de hacer pan. Y lo cierto es que cuando sales del taller sientes ganas de hacer no solo los cuatro tipos de panes que ella enseña a hacer, si no todos los de su libro.

Para dar rienda suelta a esos deseos, estrené sus enseñanzas con unas espigas que verán la luz más adelante. Y poco después le siguieron las caracolas saladas que os traigo hoy. Son tremendamente sencillas de hacer. Una masa aromatizada con tomates secos, orégano y queso. Una masa muy manejable que resulta en una forma curiosa y bonita. Y os la traigo para explicarosla.

  Caracolas saladas_2

Ingredientes (Para 12 caracolas)

Para la masa
  • 350 gr de harina de fuerza (o de panadero que empleé yo)
  • 190 gr de leche templada
  • 1 huevo mediano
  • 80 gr de aceite de oliva 
  • 1/2 cdta de azúcar
  • 1/2 cdta de sal
  • 1 cda de orégano seco
  • Dos cdas de queso parmesano rallado
  • 60 gr de tomates rehidratados en aceite picados muy fino
  • 8 gr de levadura fresca
Para pincelar
  • Una yema de huevo
  • Un poco de manteca de cerdo
Elaboración


  1. Mezcla los ingredientes en un cuenco con una rasqueta, vuelca la masa en la superficie de trabajo y amasa. Para amasar seguimos el método Bertinet, y que puedes visualizar más fácilmente en este vídeo hasta que quede una masa suave y de aspecto uniforme que iremos consiguiendo boleando y dando tensión a la masa con la ayuda de la rasqueta. Este proceso ayuda a que la masa coja aire y también a que se desarrolle el gluten para que la masa pueda fermentar. Forma una bola y métela dentro de un cuenco aceitado. Tapamos con un plástico transparente también pincelado en aceite y pegado a la masa. Dejamos reposar 30 minutos o hasta que doble su volumen.
  2. Desgasificamos la masa siguiendo el mismo método de amasado; llevará menos tiempo que el amasado anterior. Notaremos que la masa que en principio era un tanto pegajosa, ha ganado cuerpo y ha perdido pegajosidad. 
  3. Cortamos 12 piezas de unos 60 gramos de peso de la masa y boleamos cada una de ellas.
  4. Cogemos una de las bolas y la estiramos con un rodillo (fig. 1). No importa la perfección de la forma de la masa al estirarla; puede ser redonda o alargada. Lo importante es el grosor de la masa: unos dos milímetros.
  5. Pincelamos la masa con un poco de manteca de cerdo derretida.
  6. Con la ayuda de un rodillo cortapastas practicamos unos cortes longitudinales (fig. 2) separados como un centímetro entre sí pero sin llegar al borde de la masa en el corte.
  7. Enrollamos con cuidado en diagonal (fig. 3).
  8. Enrollamos el cilindro conseguido sobre sí mismo (fig. 4) hasta lograr una caracola (fig. 5) y escondiendo los extremos debajo de la masa. Colocamos las caracolas en una fuente de horno protegida con papel vegetal.
  9. Dejamos reposar las caracolas durante 20 minutos y tapadas con un paño de algodón.
  10. Precalentamos el horno a 200ºC, con calor superior e inferior. Pincelamos las caracolas con la yema de huevo batida y las cocemos en el horno durante cinco minutos a 200ºC. Posteriormente bajamos el calor a 180ºC y horneamos entre 15 y 18 minutos más. Sacamos a una rejilla y dejamos enfriar, aunque como más se disfrutan es en templado. 






45 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Bombones de coco y leche condensada

{ 47 Comentarios }

Bombones de coco y leche condensada_2 

Estamos a escasos días de que empiece la primavera. Los alérgicos pueden dar buena cuenta de que hay algunos árboles que hace semanas empezaron a hacer de las suyas. Pero lo más notable para todos es que los días comienzan a ser más largos, que el amanecer madruga más y que el anochecer se ha adueñado de la impuntualidad y nos llega más tarde.

Y esa luz natural es vida para todos. Para nosotros, porque desaparece la tristeza de mirar el reloj a las seis de la tarde y ver que ya es de noche. Y además, acordarte de esas tardes de verano en las que la vida comienza a las ocho de la tarde o más. Y para la naturaleza, que goza de más horas de sol, un sol cálido, que acaricia suavemente las plantas y las flores y las anima a crecer, a ponerse bellas y a acompañarnos en nuestros paseos por parques, jardines y por el campo.

Pues para dar palmadas de ánimo a la primavera, y que las florecillas y los insectos que las ayudan a polinizar lleguen pronto, me he decidido a hacer unos bombones y celebrarlo. 

Unos con cobertura de chocolate, otros sin ella; unos con sabor a frambuesa, y otros a coco. Os invito a uno. ¿Con cuál os quedáis?

Bombones de coco y leche condensada


Ingredientes (Para 30 bombones)
  • 125 gr de coco rallado
  • 125 gr de leche condensada
  • Una gota de colorante rojo
  • Unas gotas de aroma a frambuesa
  • 120 gr (aproximadamente) de chocolate para postres Valor
Además
Bombones de coco y leche condensada_3

Elaboración
  1. Repartimos la leche condensada en dos cuencos. En uno añadimos la gota de colorante rojo y el aroma, y removemos. En el otro dejamos la leche condensada tal cual.
  2. Repartimos el coco rallado entre los dos cuencos, mitad y mitad, y mezclamos. Habremos formado dos mezclas, una blanca y otra rosa, de diferente color y sabor. Comprobamos el sabor de la mezcla rosa y si nos apetece, le añadimos más cantidad de aroma.
  3. Hacemos los bombones en dos tandas. Para hacer los bombones sin cobertura de chocolate, rellenamos las cavidades del molde para bombones Silikomart Choco Spring Life aplastando bien el relleno en cada una de ellas para asegurarnos de que no quedan burbujas de aire. Refrigeramos toda una noche. Transcurrido ese tiempo, desmoldamos.
  4. Para hacer los bombones con cobertura de chocolate, ponemos algo más de la mitad del chocolate en un cuenco y lo derretimos en el microondas programándolo en tramos de 30 segundos para evitar que se queme. Lo sacamos, removemos y metemos de nuevo en el microondas hasta que quede poco por derretirse y lo pueda hacer con simplemente remover el chocolate.
  5. Con un pincel de cocina, barnizamos todas las cavidades y dejamos enfriar, y siempre, mejor, a temperatura ambiente. Una vez que el chocolate se haya endurecido, le damos una segunda capa y de nuevo dejamos enfriar.
  6. Rellenamos con la mezcla de coco, derretimos el resto del chocolate y pincelamos con el chocolate la parte descubierta que nos queda por tapar. Dejamos enfriar, y posteriormente le damos una segunda capa, tras la cual, dejamos enfriar de nuevo.
  7. Desmoldamos, recortamos los sobrantes de chocolate (si los hubiera) con la punta de una navaja, y a disfrutar.
Bombones de coco y leche condensada_4

47 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Mujadara { Reto Arroces del mundo }

{ 56 Comentarios }

mujadara_1 

La cita que Beatriz, Carmen, Neus, Paula y la menda lerenda tenemos el 11 de cada mes, nos ha reunido en torno a la mesa para traeros la segunda entrega de nuestro reto de arroz. En este caso era el turno de Carmen (Tía Alia Recetas) para elegir tema y ella nos ha invitado a viajar y a cocinar una receta de arroz de alguna parte del mundo.

Mi billete me llevó hasta el Líbano. De allí me dirigí a Siria; poco conforme aún, decidí hacer una nueva parada en Egipto y desde allí volar hasta India. Pero tranquilos, que no terminé nada estresada, porque no me moví el sillón, aunque ya hubiera querido yo, la verdad sea dicha :)

El mujadara, el nombre de la receta de arroz a la que os invito, se extiende a lo largo y ancho del mundo árabe y del Oriente Medio. Es una receta humilde a base de arroz y lentejas aromatizados con especias y acompañados de yogur, y tan humilde que hay un dicho que traducido al español dice "Un hombre hambriento vendería su alma por un plato de mujadara", para que os deis cuenta de la magnitud que tiene un plato como este entre la población árabe.

Para elaborar esta receta no necesitas nada que no tengas en tu despensa; estoy más que segura de ello. Las especias le dan un toque aromático único al arroz, que en contraste con el frescor del yogur lo hacen delicioso, de verdad te lo digo. En lugar de simplemente yogur, puedes acompañarlo de labneh; caí demasiado tarde en la cuenta para poder hacerlo. Puedes ver cómo elaborarlo en casa en la receta de Virginia, de Sweet&Sour. Y con un pan de pita llegarías al súmmum.

Antes de pasar a la receta, te dejo los enlaces de las recetas de mis compis de reto. ¿Hasta qué parte del mundo nos llevarán ellas? Estoy deseando coger el avión, el barco, el tren o lo que sea necesario con tal de descubrirlo. ¿Y tú?
mujadara_2 

  Ingredientes (Para 4 personas)
  • 100 gr de lentejas pardinas
  • 120 gr de arroz de grano largo (yo utilicé Basmati)
  • 1 cda de aroma de azahar
  • 1/2 cdta de comino molido
  • 1/2 cdta de canela molida
  • 1/2 cdta de pimienta de Jamaica molida
  • 1/4 cdta de pimentón dulce
  • 1/4 cdta de pimentón picante
  • 2 cebollas grandes
  • 2 cdas de piñones
  • 1 yogur griego
  • Zumo de lima
  • Ralladura de lima
  • Aceite de oliva
  • Perejil fresco, cilantro, o menta
  • Sal
  • Una hoja de laurel
Elaboración
  1. Lavamos las lentejas y las escurrimos. Las ponemos a cocer con agua suficiente que las cubra y una hoja de laurel. Una vez que hayan alcanzado el punto de ebullición, bajamos la potencia y las cocemos a fuego suave hasta que estén tiernas, unos 20 minutos. Salamos al final de la cocción. Colamos, retiramos la hoja de laurel y reservamos.
  2. Cocemos el arroz siguiendo las instrucciones del fabricante. El arroz tipo Basmati requiere menos tiempo de cocción que uno de grano grueso. Para aromatizar el agua, añadimos una cucharada de agua de azahar, y salamos al gusto. Una vez cocido, escurrimos y reservamos.
  3. Pelamos y cortamos las cebollas en juliana fina y las caramelizamos en su propio jugo y una cucharada de aceite a fuego muy suave, con una pizca de sal, hasta que estén muy blanditas y doradas, que no quemadas. Removemos de vez en cuando. Es importante que por este motivo se hagan a fuego muy lento. Si se queman, amargarán, y no nos conviene en absoluto porque nos arruinaría el plato. Una vez pochadita, retiramos a un plato.
  4. Añadimos un poquito más de aceite a la sartén en la que caramelizamos la cebolla. Vamos a rehogar las especias para realzar su aroma. Ponemos todas las especias, siendo la última de todas el pimentón, porque se quema más rápidamente. Removemos energéticamente, añadimos el arroz, lo envolvemos bien con las especias, y añadimos la mitad de la cebolla; reservamos la otra mitad para decorar. Añadimos también las lentejas y rehogamos durante cinco minutos para que los sabores se mezclen. 
  5. En una sartén pequeña doramos los piñones a fuego muy suave, moviendo con frecuencia.
  6. Lavamos las hojas de perejil, de cilantro o de menta.
  7. Cortamos un gajo de una lima, exprimimos su zumo, asegurándonos de que no caen sus pepitas, y rallamos la piel de ese gajo. Mezclamos el yogur griego con el zumo de la lima y la ralladura.
mujadara_3 

Montaje
  • En un plato disponemos una ración del arroz con las lentejas. En la parte superior ponemos una parte de la cebolla caramelizada reservada, unos piñones tostados repartidos alrededor y decoramos con unas hojas de perejil, cilantro o menta, lo que tengamos en casa.
  • Servimos el yogur en un cuenco aparte para que cada comensal, si gusta, acompañe el arroz con el yogur.

Receta elaborada con ingredientes y cantidades tomadas de diversas fuentes.


56 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Bica blanca de Laza

{ 49 Comentarios }

bica-blanca-de-Laza

Bica blanca de Laza

Esta delicia que hoy os traigo debe su nombre a un municipio de Orense: Laza, popular por la forma de festejar su "O Entroido", el carnaval gallego, y el más ancestral que se celebra en España.  Los peliqueiros se convierten en los protagonistas de la fiesta. Personajes de origen pagano que visten colores llamativos y que ocultan su cara tras una careta esculpida en madera y decorada con motivos rituales que nos trasladan a los orígenes prehistóricos de esta celebración. Ellos son los encargados de amenizar la fiesta por las calles con sus correrías, bramidos y saltos, cencerro en la cintura, látigo en mano, y dispuestos a fustigar a todo aquel que se entrometa en su camino.

Es durante los días del O Entroido cuando los lugareños disfrutan de esta deliciosa bica blanca. Pam, que gestiona el excelente blog Unodedos, y buena galleguiña, y por quien descubrí esta receta, nos habla aquí sobre la bica y sus excelencias. El sobrenombre de "blanca" se entiende una vez que los ingredientes están mezclados. Y lo deliciosamente rica que está solo se entiende cuando te llevas el primer mordisco a la boca. Llevaba mucho tiempo detrás de hacer esta receta, pero el tema de las claras era lo más retrasaba el momento, y eso que podemos encontrar claras pasteurizadas en el mercado.

Lo más característico de la bica es su esponjosidad interior y la costra crujiente y quebradiza que se forma por su superficie gracias al efecto del azúcar. A sabiendas de mi experiencia, solo os pido que no dejéis pasar mucho tiempo sin hacerla, porque merece la pena, y mucho, mucho.

bica-blanca-de-Laza



Receta de bica blanca de Laza

Ingredientes

  • 5 claras de huevo
  • 220 gr de azúcar blanquilla
  • 200 gr de harina de todo uso
  • 200 ml de nata para montar (35% M.G.)
  • 1 cdta de esencia de vainilla o de anís
  • 3 cdas de azúcar + 1 cdta de canela en polvo (para espolvorear)
Elaboración
  1. Montamos la nata con unas varillas eléctricas. Reservamos.
  2. Montamos las claras a punto de nieve y en el último momento añadimos el azúcar a poquitos, junto con la esencia.
  3. Tamizamos la harina y la añadimos a las claras con la ayuda de una espátula de silicona. Una vez que estos dos ingredientes están bien incorporados, hacemos lo propio con la nata reservada, todo con movimientos suaves y envolventes para evitar que la masa pierda demasiado aire con la mezcla.
  4. Forramos un molde cuadrado (20 x 20) con papel vegetal, vertemos la mezcla, repartimos bien.
  5. Mezclamos el azúcar y la canela y espolvoreamos la masa con esta mezcla.
  6. Horneamos a 180ºC entre 35 y 40 minutos o hasta que al pinchar un palillo en su interior este salga limpio.
  7. Dejamos templar en el mismo recipiente y retiramos a una rejilla




49 comentarios han dado alegría a esta entrada:

Si tienes alguna consulta, te responderé en cuanto me sea posible. También puedes escribir un correo a cocidodesopa@gmail.com.
Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.