COOKIES CON PEPITAS DE CHOCOLATE

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Galletas_chips_choco_Bea_1 
Algunas de las personas que me siguen se preguntarán que qué pasa en mi cocina, que últimamente no hago más que publicar recetas dulces, y no les quito la razón. Pero prometo traer una receta salada, porque al fin y al cabo es lo que mantiene nuestra dieta diaria, ¿verdad?

Lo que pasa es que no podía dejar de lado la oportunidad de celebrar con Neus y con Sonia el primer cumpleaños de un blog muy apañao - Pienso ... luego cocino - que crearon juntas con la intención de facilitarnos un poquito la vida en nuestra cocina dándonos trucos, presentándonos nuevos ingredientes, libros recién publicados o técnicas de cocina.

La receta de hoy no viene sola, sino con truco. Estoy segura de que en más de una ocasión os ha pasado que cuando vais a hacer algún dulce para el que necesitáis mantequilla o huevos, tanto uno como otro, al igual que la leche, deben estar a temperatura ambiente. Con la mantequilla y con la leche lo tenemos más fácil, pues les podemos dar un golpe de calor en el micro y ya está. Pero ... ¿y los huevos? ¿Cómo los templamos? Bueno, pues aquí está mi truco, y con él participo en el concurso organizado por Sonia y Neus. Para atemperar los huevos basta llenar un recipiente, como por ejemplo una ensaladera, con agua caliente del grifo. Sumergimos los huevos unos diez minutos, y misión conseguida. Si necesitáis un huevo, podéis hacerlo llenando un vaso con agua caliente. El motivo por el que es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente es porque al mezclar ingredientes como el huevo, la leche o la mantequilla, si no se encuentran a temperatura ambiente, ésto puede provocar que la masa se corte. ¿No os ha pasado alguna vez? Seguro que sí.

Si vosotros también queréis dar a conocer vuestro mejor truco de cocina, pasaos por aquí a informaros. 
 
Galletas_chips_huevos


Y ahora, vamos a por la receta, unas cookies, por respetar el término anglosajón, que no son más que unas galletas con pepitas de chocolate. ¡Pero qué digo yo que no son más! Pues no son ni más ni menos que unas deliciosas galletas con pepitas de chocolate, de las que destaco su textura casi abizcochada por llevar entre sus ingredientes una pizca de levadura química. ¿Y a quién debemos esta delicia? Pues a Beatriz, de Sin salir de mi cocina, con quien me une no solo la afición a la cocina, sino la debilidad por ciertos postres e ingredientes, aparte de una rica amistad.

La receta de Beatriz, aquí. 

Ingredientes
  • 2 huevos a temperatura ambiente
  • 100 gramos de azúcar moreno
  • 100 gramos de mantequilla en punto pomada (blanda)
  • 200 gramos de pepitas de chocolate, o de trozos de chocolate. El chocolate queda a vuestra elección: con leche, negro, blanco o mezcla. La cantidad de pepitas es totalmente adaptable a vuestros gustos y podéis ajustar la cantidad a medida que vayáis mezclándolas con la masa. Con 200 gramos la cantidad de chocolate en cada galleta es considerable
  • 200 gramos de harina
  • 1 cdta. de levadura química Royal o similar
  • una pizquita de sal
Elaboración
  
Sin Thermomix
  1. Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que éste último se haya deshecho.
  2. Incorporar a la mezcla los huevos, uno a uno, batiendo entre medias y no incorporando el siguiente hasta que el anterior esté totalmente incorporado.
  3. Tamizamos la harina y la levadura y las añadimos a la mezcla anterior. Removemos la mezcla.
  4. Incorporamos las pepitas de chocolate y mezclamos.
  5. Reservamos en el frigorífico, en la parte más fría, una hora aproximadamente.
  6. Precalentamos el horno a 200º, preparamos una fuente de horno, la forramos con papel vegetal, y vamos formando bolitas del tamaño de una nuez con la masa, y colocándolas sobre el papel, dejando una separación de unos cinco centímetros entre cada bolita, pues al cocerlas se expandirán con el calor.
  7. Horneamos unos 10 minutos, aproximadamente; dejamos que pierdan un poco de temperatura sobre la bandeja antes de traspasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
   Con Thermomix 31
  1. Tamizamos la harina y la levadura durante 5 segundos a velocidad 6. Retiramos y reservamos.
  2. En el mismo vaso, batimos la mantequilla con el azúcar durante 1minuto y medio, a velocidad 3 y 1/2.
  3. Ponemos en funcionamiento la thermomix a velocidad 3 y 1/2, sin temperatura, e incorporamos los huevos, uno a uno, por el bocal. A los 30 segundos añadimos el siguiente.
  4. Incorporamos la harina y la levadura y mezclamos durante 1 minuto a velocidad 3 y 1/2. Al cabo de ese tiempo, quitamos la tapa y si han quedado restos en las paredes del vaso, los bajamos con la espátula y seguimos mezclando unos segundos más a la misma velocidad.
  5. Retiramos la masa a un recipiente e incorporamos las pepitas de chocolate, mezclándolas con la ayuda de una espátula. Reservamos la masa en la zona más fría de la nevera durante una hora aproximadamente.
  6. Precalentamos el horno a 200º, preparamos una fuente de horno, la forramos con papel vegetal, y vamos formando bolitas del tamaño de una nuez con la masa, y colocándolas sobre el papel, dejando una separación de unos cinco centímetros entre cada bolita, pues al cocer las galletas, se expandirán con el calor.
  7. Horneamos unos 10 minutos, aproximadamente; dejamos que pierdan un poco de temperatura sobre la bandeja antes de traspasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo. 

Os espero de nuevo por aquí en breve. ¡Hasta pronto!



 

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Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

BRANDADA DE BACALAO

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Brandada_bacalao_2

¡Hola! ¿Qué tal? Hoy me veo en la necesidad de lanzaros esta pregunta, puesto que muchos habéis comprobado que no puedo acercarme a disfrutar del magnífico olor que desprenden vuestras cocinas, y ni casi de entrar en la mía, bueno ... en mi cocina virtual, claro, porque en la física, en la de mi casa, afortunadamente entro todos los días :)

Hoy abro mi ventana para mostraros una rica receta típica de la gastronomía catalana: la brandada de bacalao. Muchas recetas de la cocina popular reciben un nombre que raramente son fruto del azar. Bueno, puede ocurrir que el azar ayudara a aquél que inventara la receta para darle el nombre apropiado en el momento adecuado. Pero en muchas ocasiones, los nombres que esas recetas reciben contienen mayormente connotaciones culturales relacionadas con las costumbres de la tierra de la que proceden. Con la brandada ocurre que su nombre, que procede del verbo catalán brandar, significa "mover enérgicamente con un movimiento de vaivén", y que es justamente la técnica que se emplea para elaborarla. Este "mecer" favorece el desprendimiento de la gelatina tan característica del bacalao, y que junto con la emulsión que se forma entre la leche y el aceite de oliva, hace que se forme una crema deliciosa, muy rica,  y muy versátil, ya que podemos disfrutarla no solo de una forma tan simple como es sobre una rebanada de pan tostado, como en las fotografías, sino también para rellenar unos pimientos del piquillo, una tortilla francesa, una lasaña, y tanto más que a vosotros se os pueda ocurrir.

Brandada_bacalao_1 
Aunque en España la brandada esta asociada a la gastronomía catalana, parece ser que tiempo atrás era una receta propia de una larga franja costera que se extendía desde Alicante hasta la región de Liguria, en el noroeste de Italia. Llegó a ser tan bien aceptada que avanzó hasta París, aunque allí se adaptó a los ingredientes autóctonos de la zona, en perjuicio de aquéllos con los que se hizo tan popular por otras tierras.

La receta está sacada del libro 150 aperitivos para compartir, un libro con una colección estupenda de aperitivos sin desperdicio elaborados por Sonia, editora del blog, L'Exquisit.

Ingredientes
  • 250 gr. de bacalao desalado. Para desalar el pescado, pincha aquí.
  • 150 ml. de leche
  • 50 m. de aceite de oliva virgen extra
  • 3 dientes de ajo pelados y enteros
  • perejil fresco picado
  • sal y pimienta

Elaboración
  1. Poner el bacalao en trozos a cocer en una cazuela con agua que los cubra y cuando comience a cocer, apagar el fuego y dejarlo reposar 20 minutos. Escurrir y reservar.
  2. Poner en una sartén un poco de aceite y dorar los dientes de ajo. Retirar y desecharlos. Incorporar el bacalao, removerlo  en el aceite, y comenzar a añadir poco a poco el aceite restante, y a continuación la leche, poco a poco también, para evitar que se corte, que puede pasar. Dejar cocer durante unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando. Al cabo de ese tiempo se habrá formado una especie de crema. 
  3. Salpimentamos con moderación, y si fuera necesario, y espolvoreamos con perejil y a disfrutar. 

De cara a la Semana Santa, tan cercana ya, si te apetece preparar alguna receta de bacalao, quizás te interesen éstas:

Y hoy no me voy todavía sin antes comentaros una noticia: Carmen, editora del blog Las recetas de tía Alia, está organizando una quedada en Madrid. La cita la tenemos el día 7 de abril, en un local en el que podemos compartir más que un buen rato conversando, pues sus instalaciones están preparadas para incluso poder cocinar nosotros mismos. El local en cuestión se llama Cocinante

¿Y por qué celebrarla un día tal como el 7 de abril, y coincidiendo con la Semana Santa? La respuesta es muy sencilla: Isabel, del blog Aliter Dulcia baja a Madrid esos días y no podíamos desaprovechar la oportunidad de compartir una tarde con la estupenda todo dulce Isabel.

Si os apetece apuntaros, pasaos antes por el blog de Carmen, donde encontaréis más información al respecto. Pinchad aquí o en el logo de debajo o del lateral derecho de mi blog. 




¡Venga!






Fuente de información sobre la brandada aquí

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SCOTTISH SHORTBREAD

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¿Alguna vez os habéis parado a pensar si en vosotros habitará el alma reencarnado de un ser anterior? Bueno, ya sé que con el ritmo estresante que nos empuja todos los días a vivir frenéticamente, tampoco es que el tema de la reencarnación nos ocupe ni la mente ni nuestro tiempo libre. No voy a empezar a filosofar, no. Esa tarea se la dejo a quienes sepan hacerlo, porque la filosofía nunca ha sido lo mío; siempre he pensado que que hay que tener mucho tiempo libre, pero mucho, aparte de alguna neurona diferente que haga ver las cosas desde otra perspectiva, para filosofar, y ese no es ni mi caso, ni el de muchos.

¿Y por qué os atropello con esta pregunta? Pues es que me ha dado por pensar que puede, que es posible, que quizás, mi alma haya sido invadida por aquel bicho alocado, de boca grande, sin dientes, de ojos saltones, de cuerpo de color azul,  que comía galletas con los puños y que solo sabía decir: "¡Yo comer galletas!". ¿Os acordáis? ¿Sí? ¡Era Triqui! El monstruo de las galletas de Barrio Sésamo. Y es que las galletas que os traigo hoy me incitan a la gula. Me las comería todas de un bocado cual Triqui, o me escondería en el cuarto de baño para devorarlas lejos de miradas gulosas, je je. ¡Lo que se puede conseguir con únicamente tres ingredientes: mantequilla, harina y azúcar!


Shortbread_1 
La receta que os traigo hoy son unas galletas de mantequilla típicas de tierras escocesas. Pero no son unas galletas de mantequilla cualquiera, no. Son unas shortbread, y para mí son "las galletas de mantequilla por antonomasia". La mantequilla es un ingrediente que me encanta en una galleta. Aparte de por el sabor que le confiere, por la textura crujiente. Por no decir de lo fácil que resulta moldear una galleta en la que la mantequilla participa en un porcentaje alto. ¿Pero cómo que una shortbread es una galleta? Por el nombre de la palabra, ¿no es un pan corto? La palabra short, por un lado, hace referencia a esa textura crujiente que solo la mantequilla puede dar, y por otro porque la palabra short hace referencia a shortening - manteca -, antaño el ingrediente principal de esta galleta. Y la palabra bread proviene de que en los orígenes de esta galleta, siglos atrás, se elaboraba con restos de pan que se cocían dos veces, se usaba levadura, que poco a poco fue sustituyéndose por mantequilla, hasta encontrarnos con lo que hoy conocemos como shortbread.  No quiero alargarme mucho en sus orígenes, pero parece ser que la galleta se comenzó a elaborar allá por el siglo XVI, en honor a la reina de los escoceses, María, una apasionada de este tipo de galletas y a la cual ella misma bautizó con el nombre de petticoat tails, por su semejanza con las enaguas que las damas vestían bajo sus vestidos en aquella época.

Como curiosidad os diré que este tipo de galleta era muy preciada siglos atrás, y se consumía en Navidad, Año Nuevo y en celebraciones especiales como bodas, de tal manera que la tradición nos cuenta que por entonces se rompía una shortbread sobre la cabeza de la novia para atraer la prosperidad en el matrimonio.

Los shortbread se presentan en tres formas básicas: un círculo, dividido en triángulos, como que fueran porciones de pizza,  y conocida como petticoat tails; en galletas individuales en forma de círculo, conocidas como shortbread rounds, y unos bastones bautizados como fingers. Cualquiera de estas tres formas se presenta decoradas con incisiones que se practican con las puntas de un tenedor o con el pincho de una brocheta.

Y no sería justo poner punto y final a esta receta sin antes darle las gracias a Carmen por habérmela facilitado. En este mundillo bloguero, en el que hay tantos y tantos blogs, puede que haya quien no conozca a Carmen. Ella, que tiene una vena británica muy acentuada, por efecto o no de su guiri-marido, como ella le llama. No podía ser otra quien me proporcionara una receta de shortbread realmente fiable. Visitar su blog merece la pena, y mucho. Es la representación del refinamiento y del buen gusto; se percibe en sus fotos, y se lee en sus palabras. Pero es que conocerla a ella a ella ha sido una de las experiencias más gratificantes que han pasado por mi vida desde hace unos meses, bloguerilmente hablando, claro. Carmen es una persona que se preocupa por la amistad, que es atenta con sus amistades, que no se amilana ante las circunstancias y eso le hace ser una  mujer echá pa'lante, con iniciativas, imaginación, le gusta saber, conocer, indaga, pregunta; una tarde con ella nunca caerá en saco roto. Todavía recuerdo la primera vez que nos conocimos: "Un ratito, como una hora", le dije a mi marido que estaríamos ella y yo juntas; y para nada. El "ratito" se convirtió en dos horas y media de una rica y variada conversación. Y siempre que nos vemos, el tiempo que pasamos conversando se nos hace corto. Carmen ... gracias por tu amistad.


Shortbread_2


 Me he puesto un poco sentimental, ¿no? Venga, vamos a por la receta ...

Ingredientes
  • 175 gramos de una buena mantequilla, a temperatura ambiente
  • 75 gramos de azúcar granulado. Si tenéis del tipo caster, es la ideal
  • 250 gramos de harina de trigo

Elaboración
  1. Mezclamos la harina con el azúcar.
  2. Añadimos la mantequilla cortada en daditos y mezclamos con la harina y el azúcar usando las yemas de los dedos. Notaremos que la masa adquiere un aspecto granuloso, pero seguimos amasando. Podemos hacerlo con las manos fácilmente y tras unos minutos, todos los ingredientes estarán perfectamente incorporados y podremos comenzar a trabajar con ella.
  3. Para cocer las galletas yo extendí la masa sobre papel vegetal y lo adapté a la forma de un molde de cake rectangular. Como es imposible amasar dentro de este tipo de molde, saqué la masa, envuelta en el papel vegetal, y la alisé con el rodillo. La metí en el molde para comprobar que se acoplaba a la forma rectangular y una vez que había conseguido el grosor - 1 centímetro aproximadamente -, y el alisado deseado, abrí el papel vegetal, practiqué unos cortes longitudinales de 1 centímetro de ancho por 4 centímetros de largo, realicé unas incisiones con el pincho de una brocheta de madera gruesa y la introduje en el horno. Unos 35 minutos, a 160º, tienen la culpa del resultado que veis en las fotos.
  4. Dejamos reposar en el molde hasta que estén templadas, y repasaremos los cortes y las incisiones para que nos resulte más fácil separarlas.

Notas
  • Si decidierais hacer las galletas en un molde cuadrado, para hacer fingers, las galletas os saldrían más bajitas, y por lo tanto necesitarían menos tiempo de cocción, entre 20 y 30 minutos. Recordad que si os decantáis por hacer petticoat tails, también necesitarán menos tiempo de cocción.
  • Puesto que el ingrediente principal de una shortbread es la mantequilla, es muy importante elaborarlas con una mantequilla de calidad, de muy buena calidad. Absteneros de emplear mantequillas fáciles de untar, o margarinas. Tajantemente pro-hi-bi-do.     

Fuente sobre la historia de la galleta shortbread: The History of Scottish Shortbread


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