WHOOPIE PIES DE CHOCOLATE Y CELEBRANDO CON MJ

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Whoopie pies_2 
Quienes me seguís habitualmente puede que penséis que os suena haber visto esta misma receta, con estas mismas fotos ya antes, y no os engaña vuestra memoria, no.

Hace unos días, MJ, editora del blog Las recetas de MJ, nos comunicaba alegremente que estaba de celebración: su blog cumplía un año. ¡Y vaya año! Maria José, madre, esposa, mujer trabajadora, bloguera, hace que su cocina eche humo, porque el ritmo de publicación de recetas al que tiene sometido a su blog es trepidante. Por no deciros que es atrevida a más no poder: que lo mismo te pone una tarta impresionante delante que te deja boquiabierta, como que te reanima el estómago con una rica sopa, o te ameniza la comida con un rico entrante.  Y es que la cocina de MJ se caracteriza por ser creativa, innovadora, original, rica y fácil. ¿Cómo organizas tu tiempo, guapa?

El caso es que cumplir un año le supo tan bien que quiso celebrarlo con sus lectores de una manera especial: con un concurso. Concursar es muy sencillo. Tan solo basta revisar las recetas que tienes publicadas en tu blog entre el 21 de noviembre de 2010, fecha de nacimiento de su blog, y el 21 de noviembre de 2011, fecha en la que cumplió un añito, seleccionar una de las recetas, e incluso dos, y participar con ellas.

Revisando y revisando mis recetas publicadas, he decidido que las Whoopie Pies de chocolate podrían ser unas buenas candidatas a optar por el premio a la mejor receta y a la mejor fotografía. Y  con esta receta, y con la fotografía que figura justo debajo de estas líneas, participo en el CONCURSO "LA RECETA DE MI AÑO", organizado por el blog "Las Recetas de MJ", y patrocinado por Yemas de Santa Teresa, Mumumío, Platos de Pizarra y Conservas Serrats.

Whoopie pies choco_4


Ingredientes

Para la masa
  • 2 tazas (280 gramos) de harina
  • 1/2 taza (50 gramos) de cacao en polvo sin azúcar
  • 1 cdta. de bicarbonato
  • 1/2 cdta. de sal
  • 1/2 taza (100 gr.) de mantequilla cortada en cuadraditos
  • 1 taza (200 gr.) de azúcar moreno
  • 1 huevo
  • 1 cdta. de extracto de vainilla
  • 1 taza (250 gr.) de buttermilk (*) (suero de leche)
Para el relleno (cream cheese frosting - cobertura de queso)
  • 1/2 taza (60 gr.) de mantequilla a temperatura ambiente
  • 225 gr. de queso crema
  • 1/2 cdta. de extracto de vainilla
  • 2 tazas (310 gr.) de azúcar glas

Elaboración

De la masa
  1. Precalentamos el horno a 180º.
  2. En un recipiente mezclar la harina, el cacao, el bicarbonato y la sal, y tamizarlos. Reservar.
  3. En otro recipiente, batimos la mantequilla con el azúcar moreno hasta que ambos ingredientes estén perfectamente bien incorporados. Añadimos el huevo y el extracto de vainilla y seguimos batiendo. Incorporamos la mitad del buttermilk, o suero de leche y seguimos batiendo.
  4. Añadimos la mitad de la mezcla de la harina, mezclamos, vertemos el resto del buttermilk, mezclamos, e incorporamos el resto de la mezcla de harina.
  5. Preparamos una manga pastelera y la llenamos con la masa.
  6. Preparamos una bandeja de horno cubierta de papel parafinado y con la ayuda de la manga pastelera vamos formando bolitas del tamaño de una nuez, dejando un espacio de unos 5 ó 6 centímetros entre cada una porque se expanden. Horneamos a 180º unos 15 minutos.
  7. Sacamos la bandeja del horno, y pasamos los bizcochitos a una rejilla para que terminen de enfriarse. Necesitaremos hacer una segunda hornada.
De la cobertura
  1. Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente y guardamos la crema en la nevera.
Whoopie pies 

(*) Del buttermilk

Hay algunos comercios, como Aldi y la tienda Gourmet del El Corte Inglés donde podéis encontrar el buttermilk, pero también podéis elaborarlo en casa, aunque es más líquido. Dos procedimientos: un vaso de leche (250 ml) al que añadimos media cucharada de zumo de limón. o media cucharada de cremor tártaro. Removemos y dejamos reposar quince minutos. Ya está listo.


Montaje

Una vez que los bizcochitos estén fríos, tenemos que formar sandwiches, así que untamos la mitad de los bizcochitos con la crema, bien usando una espátula para untar o con la manga pastelera, y los cubrimos con la otra mitad.

Esta receta fue publicada originalmente el 22 de febrero de 2011. Podéis verlo aquí y saber un poco más sobre la fiebre que causan estos bizcochitos en Estados Unidos.


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TARTA DE CASTAÑAS

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Tarta de castañas_4


Llegan los primeros fríos con el otoño, y una de las imágenes de infancia que llegan a mi memoria es el castañero que se ponía con su hornillo en una de las calles más transitadas del pueblo en el que he vivido toda mi vida. El castañero preparaba su tenderete: abría la sombrilla que le resguardaría del aire y del frío, encendía la lumbre del hornillo, un hornillo grande, transportable, hecho de hierro posiblemente, y llamado anafe, abría el saco a rebosar de castañas, cogía las castañas una a una, les iba practicando un corte con una navaja para que no explotaran en la lumbre, y las asaba hasta que la piel casi se quemaba. La lumbre chisporroteaba e inyectaba alegría a las castañas, que a veces notabas saltar. Para l@s niñ@s como yo, un cucurucho de castañas asadas era un capricho. No siempre era fácil convencer a nuestros padres de acercarse al tenderete a comprar uno de esos cucuruchos. Pelar las castañas calentitas, a veces ardiendo, mancharte las manos del negrín de la piel torrada, y llevarte a la boca una castaña tierna y calentita era un manjar. Hoy en día esta costumbre, la de el castañero o casteñera vendiendo castañas a la lumbre, en la calle y expuestos al frío apenas se ve en las ciudades.

Podemos encontrar castañas en los mercados entre los meses de octubre y de diciembre. Sin embargo el excesivo buen tiempo que nos ha acompañado hasta hace unas semanas no ha favorecido en general al campo de temporada, y en particular a la castaña. No hay mucha castaña, y la poca que hay no es buena, y mucha de ella está habitada por gusanos. Y a pesar de ello, los precios no son bajos, porque según lo que he visto por los mercados de mi zona, el kilo anda en torno a los 3 y 4 euros.

Tarta de castañas_1 

El hombre siempre ha buscado un alimento rico en hidratos de carbono y fécula que pudiera almacenar en época de abundancia para consumirlo en los duros meses de invierno. La castaña era ideal. En España, Asturias, Cantabria, ciertas zonas de Cataluña, en las zonas más húmedas de Zamora, y en especial Galicia y la zona del Bierzo de León son las zonas geográficas de mayor producción de castañas. Su clima es propicio para ello: escasos días de sol, abundantes días de lluvia y ausencia de animales capaces de afectar a un cultivo tan recio como el de la castaña. Los jabalíes y los corzos que a menudo destrozaban los sembrados, pasaban entre los castaños sin causarles daño alguno. La castaña dio lugar al magosto, una fiesta tradicional de Galicia y de ciertas zonas de Castilla y León que celebraban la recogida de la castaña a principios de noviembre. Y como ésta, la castañeda, en Cataluña. Son fiestas que se convierten en eventos sociales donde la castaña y el fuego son los protagonistas, aunque no faltan las bellotas, los higos secos, el dulce de membrillo, los boniatos y en Catauña los panellets. Esta es la forma particular de celebrar el día de Todos los Santos, y sin necesidad de recurrir a la fiesta anglosajona de Halloween


Castañas 

Si quiréis aprovechar la temporada de castaña y guardarlas para usarlas más adelante, ¿sabíais que se pueden congelar? Pues sí, y tanto con la piel como sin ella.
  • Si queréis congelarlas para asarlas, hacedles un corte en la piel para asarlas directamente cuando os apetezca. Guardadlas en bolsas de plástico de cierre hermético.
  • Si queréis congelarlas peladas, para facilitaros la tediosa labor del pelado, podéis cocerlas en el microondas durante un minuto y medio 80 máxima potencia y habiendo practicado un corte en la piel. También podéis cocerlas en el microondas, o al fuego, en agua que las cubra y en un recipiente apto para cada caso, durante quince minutos. Dejáis que se enfríen y veréis qué fácilmente se pelan.
  • Podéis secarlas en el horno para conseguir castañas pilongas. Para ello tendréis que tenerlas unos 30 minutos aproximadamente en el horno a 220º, no sin antes haberles hecho un corte en la piel. Removedlas con una espátula de hierro de cuando en cuando. Dejadlas enfriar por completo y guardadlas en un tarro de cristal. Para usarlas, tendréis que hidratarlas en agua como la legumbre, desde la víspera, luego escurrirlas, enjuagarlas y ponerlas a cocer en agua durante 30 o 40 minutos.
  • Y si lo que queréis es simplemente asarlas para disfrutarlas en el momento, basta con hacerlo teniendo el horno a 220º y asarlas durante 20 minutos, sin olvidaros de darles un corte en la piel, claro, y removedlas de vez en cuando con una espátula de metal. Si tenéis el privilegio de tener una cocina de fuego y una calvoreta, la sartén agujereada propia para asar castañas, mejor aún.
Tarta de castañas_2 

Y después de estos consejos, ya es hora de pasar a la receta, ¿no? Se trata de una tarta en la que la castaña es la protagonista y eso se nota al primer bocado, y además con el toque especial de la castaña asada en el horno. Es una tarta que requiere tiempo por tener que asar las castañas. Es lo más entretenido, pero con tiempo, aprovechando uno de esos días tristones de fin de semana, sin planes, y con compañía, le estaréis dando una oportunidad a una tarta con un claro y exclusivo sabor a castañas.

Ingredientes

Para la base
  • Una base de masa quebrada refrigerada
Para el relleno de castañas
  • 150 gr. de castañas asadas sin azúcar pulverizadas. Como sabéis que esta fruta puede guardar en su interior ciertos bichitos, es conveniente asar más castañas de las necesarias, y si nos sobra, las podemos congelar para hacer con ellas otra receta. Yo usé 600 gramos  de castañas y limpias se me quedaron en 450 gramos.
  • leche para cocer las castañas una vez asadas 
  • 80 gr. de azúcar moreno
  • 1/8 de cdta. de nuez moscada
  • 2 huevos
  • 250 ml. de nata 
Para la cobertura
  • 250 ml. de nata para montar
  • 1 cda. de azúcar blanquilla
  • 1/2 cdta. de esencia de vainilla
  • una pizca de nuez moscada

Elaboración
  1. Empezamos preparando las castañas para asar. Este paso es recomendable realizarlo el día de antes. Precalentamos el horno a 220º y mientras hacemos un corte en la piel de las castañas. Las colocamos en una fuente de horno y las asamos durante unos 20-25 minutos, dependiendo del tamaño de las castañas, y removemos de vez en cuando. Las sacamos, las dejamos enfriar, las pelamos. Las ponemos en un cazo con leche que las cubra y un poco más, y las dejamos cocer a fuego medio durante media hora. Añadimos más leche si vemos que se va consumiendo. Removemos de vez en cuando.  Una vez finalizada la cocción, las trituramos hasta casi pulverizarlas. Reservamos.
  2. Preparamos la base de la tarta y forramos la base del recipiente que vayamos a usar con el mismo papel en el que viene la masa quebrada. Adaptamos la masa a la forma del recipiente, la pinchamos con un tenedor, la forramos con otra lámina de papel vegetal y sobre éste, para que las paredes de la masa no se vengan abajo, ponemos suficientes garbanzos que cubran la base. Yo tengo reservados un buen puñado de garbanzos para este tipo de cosas. Cocinamos la masa siguiendo las instrucciones del fabricante. Reservamos los recortes de la masa para hacer unas hojitas, o cualquier otro motivo, y decorar con ellas la tarta al final.
  3. Mientras vamos preparando el relleno: batimos los huevos con el azúcar, incorporamos la nata, mezclamos, añadimos las castañas pulverizadas y por último la nuez moscada. Batimos bien, hasta que se incorporen los ingredientes, y vertemos la mezcla sobre la base de la tarta. Cocinamos a 200º durante 15 minutos; luego bajamos la temperatura a 190º y seguimos horneando entre 25 y 30 minutos más. Si vemos que la masa se dora demasiado, podemos cubrir la tarta con papel de aluminio y continuar la cocción.
  4. Mientras podemos ir preparando los motivos con los que decoraremos la tarta si deseamos. En mi caso hice unas hojitas para poner alrededor de la tarta. Las horneé justo hasta que empezaron a dorarse. Podéis espolvorear un poco de azúcar sobre ellas.
  5. Dejamos enfriar la tarta por completo y entonces la adornaremos con la cobertura de nata. Para ello montamos la nata con el azúcar y la vainilla, y decoramos la tarta con esta cobertura a nuestro gusto. Espolvoreamos un poco de nuez moscada alrededor y decoramos con las hojitas.

¡Y ya está! ¿Qué os ha parecido este bocado de otoño?


Tarta de castañas_3



Notas
  • Esta tarta gana en la textura de la base si la masa quebrada la hacéis vosotros en casa. Podéis echar un vistazo aquí, aunque en este caso tendríais que utilizar la mitad de los ingredientes que os proporciono.
  • La tarta, al igual que las de queso, gana de un día para otro.


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CREMA DE PATATA CON ALBONDIGUILLAS DE PAN

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Crema de patata con albondiguillas pan_2


Sí. Hoy es uno de esos días. Hoy es uno de esos días en que las neuronas no se mueven ni para ir para atrás, y mira que ya se saben el camino ;). Será porque el cielo está encapotado y la inspiración no ve vía libre; será porque hace viento, y a la más mínima, las ideas buscan refugio para no ser secuestradas por el desagradable señor don viento.

Pero a pesar de todo, hay algo que no se me va de la cabeza y que me remueve por dentro cada vez que lo pienso, y es que posiblemente tenga que presidir la mesa electoral el próximo 20 de noviembre. Ésta es la ¡tercera vez en mi vida! ¡Ya está bien! Hasta ahora, los comunicados llegaban por correo postal, pero ahora se encarga la policía de entregar en mano las notificaciones. ¡No veáis el susto que me llevé pocos días antes de que acabara octubre! Llama un agente de la policía al timbre de mi casa, a éso de la hora de la cena, y pregunta por mi. ¡Por mí! "Si yo soy buena, si yo no he hecho nada. Ay, madre, que me han pillado pisando el acelerador. Ay, Dios, que vienen a por mi porque no me he presentado a filas. Ah, no, mujer, eso no puede ser. Si el servicio militar es voluntario. Y entonces, ¿por qué preguntan por mi?" Todas esas ideas me venían a la cabeza atropelladamente. "Le traigo una notificación para presentarse como miembro de la mesa electoral en las próximas elecciones", me dice el agente. "No fastidie", le respondo yo, así, como si fuera de la familia. Y el agente se ríe y me dice que todo el mundo le está diciendo lo mismo en cada visita. ¡Con el número tan grande de habitantes que tiene el municipio en el que vivo! ¿Dónde está la gente? ¿Por qué me tienen que llamar a mi por tercera vez? Me consuela pensar que soy suplente, y que con un poco de suerte, me libro del tema. Ser president@ es lo peor, porque te toca estar hasta las tantas. Entre recontar, rellenar papeles, papeles y más papeles, y llevarlos a los juzgados, la última vez llegué a casa a la 1 de la mañana, para ni 60 euros. ¿Está pagado? Pues no, no lo está. Ya me veis poniendo velitas blancas por casa para que no me toque, que no me toque, que no me toque ...

Por cierto, que si alguien sabe qué requisitos hay que tener para ser seleccionad@ para el menester de formar parte de la mesa electoral, tiene carta blanca para contarlo aquí. A mi me tiene intrigada.

Y bien, cambiemos de tema y vamos a la receta de hoy: una crema de patata con albondiguillas de pan. Hace unos días, Paula, de Con las zarpas en la masa, nos invitaba a participar en el concurso que está moviendo en su blog con el propósito de regalar cinco libros recientemente publicados, del conocido panadero Xavier Barriga, Recetas con pan de ayer. Lo único que hay que hacer es sugerir una receta usando pan de varios días. Lo que yo suelo hacer con el pan que me sobra es o bien congelarlo, o bien dejarlo endurecer para rallarlo. Además con la thermomix el rallado del pan se hace sin darse una cuenta, y puede moler a distintos grados de grosor, o rallarlo con ajo y perejil, con parmesano. Cuando lo congelo, hay veces que solo congelo la miga, y la aprovecho para las clásicas albóndigas de carne. Otras veces, congelo el trozo sobrante entero y lo consumimos el día que preveemos que vamos a cosumir poco pan. Así que este librito me vendría muy bien para sacar mayor provecho de ese pan sobrante. Para saber más sobre el concurso, pinchad en la foto de debajo.




Mi propuesta para el concurso de Paula son unas albondiguillas de pan, aderezadas con ajo y perejil, y que sirven como guarnición a una suave crema de patata. La combinación es riquísima. Ya sabéis lo suave y agradecida que es una crema de patata, y el contraste con el sabor de las albondiguillas, del queso, y del bacon fritito, queda deliciosa. 


Ingredientes (4 px)

Para la crema de patata 
  • 800 gr. de patatas
  • agua 
  • 1 cda. de mantequilla
  • 1 cda. de harina normal
  • 800 ml. de leche entera o semi desnatada
  • 4 cdas. de queso Philadelphia
  • sal y pimienta
Para las albondiguillas de pan
  • 90 gr. de miga de pan
  • 1 huevo
  • leche
  • 1 diente de ajo
  • perejil
  • sal
  • pan rallado
  • aceite de oliva virgen extra para freir
Como guarnición
  • las albondiguillas de pan
  • 4 lonchas de bacon
  • 25 gramos de queso recién rallado (emmental, gouda, parmesano, ...)

Elaboración

De la crema de patata
  1. Ponemos agua con sal en una cazuela para cocer las patatas. Pelamos las patatas y las cortamos en daditos  y las cocemos hasta que estén tiernas. Las colamos y dejamos templar. Las machacamos con un tenedor, o triturándolas con la batidora. Reservamos.
  2. En la misma cazuela ponemos la cucharada de mantequilla a derretir, incorporamos la harina y tostamos, vertemos un poco de la leche, que ha de estar muy fría para que no haga grumos, removemos con unas varillas y cuando comience a espesar vertemos el resto de la leche poco a poco. Salpimentamos y dejamos cocer unos diez minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue en el fondo de la cazuela. Incorporamos las patatas machacadas, removemos con las varillas para que se incorpore bien la patata. En este punto, podemos echar mano de la batidora si os gusta que la crema quede muy fina. Retiramos del fuego y añadirmos las cuatro cucharadas de queso crema. Comprobamos el punto de sal y pimienta y rectificamos si fuera necesario. 

De las albondiguillas de pan y del bacon
  1. Batimos el huevo, desmenuzamos la miga de pan en él y añadimos un chorrito de leche poco a poco, según veamos que vaya absorbiendo, pero lo suficiente para que se hidrate, no que nade en la leche. 
  2. Pelamos el diente de ajo y lo machacamos con una pizca de sal y el perejil lavado. Incorporamos esta mezcla al pan, removemos y reservamos en la nevera hasta el momento de hacer las albondiguillas, mínimo una hora.
  3. En un plato ponemos un poco de pan rallado. Formamos doce bolitas con la miga de pan, las pasamos por pan rallado y las freimos en una sartén pequeña en aceite. Las retiramos a un plato, sobre papel absorbente, y las reservamos. Colamos el aceite usado.
  4. Preparamos el bacon. Cortamos cada loncha por la mitad a lo largo, y cada mitad en trocitos pequeños. Los salteamos en un poquito de aceite en la misma sartén en que hemos frito las albondiguillas. Reservamos sobre papel absorbente.

Crema de patata con albondiguillas pan_1  

Montaje del plato
  • Servimos la crema de patata en un plato hondo, y sobre ésta tres albondiguillas, un poco de queso recién rallado, y un poco de bacon. ¡Y a disfrutar de la cuchara!
 Notas
  • Si hacéis esta crema con antelación, tened en cuenta que espesará con las horas. Sin duda, podéis añadir más leche si os gusta más ligera.
  • Las albondiguillas quedan muy jugosas, con  una textura similar a la de los buñuelos. 
  • Este plato resulta contundente, así que si lo haces, procura acompañarlo de un segundo plato no muy elaborado, como un filete o pescado a la plancha. ¡Lo agradecerás! Ya uno queda lleno sin haber terminado la crema del plato.
  ¡Espero que os haya gustado!



     

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ARROZ CON GARBANZOS Y BACALAO

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Arroz con garbanzos y bacalao_1 
¿Os apetece comer calentito y de cuchara? ¿A que sí? ¡Pues claro! Si es que lo estábamos deseando. Estábamos esperando que llegaran las temperaturas frías y las lluvias para hacer una receta de puchero, de esas que hacen chup-chup, que nos entonan el cuerpo y que nos hacen sentir tan bien. Porque anda que no se ha hecho de rogar el señor Don Otoño. Las estaciones son cada vez más tardías. A estas alturas del año debería haber llovido mucho más para que el ciclo de la vida en esta estación siguiera su curso, y para que así asomaran su cabecita, y después su cuerpo entero, esos frutos tan queridos del otoño: las setas. El pasado puente de Todos los Santos nos fuimos a pasar cuatro fantásticos días a tierras navarras, y uno de los días lo dedicamos a patear un lugar maravilloso: la selva de Irati. Irradiaba humedad, estaba pegada al cuerpo, el pelo se encrespaba, pero aún así, la humedad no era la suficiente para que proliferaran las setas. Pero la belleza de las selva de Irati en estas fechas la pintan los bellos y cálidos colores que tiñen los árboles: el verde, el amarillo, el ocre, el marrón, el naranja, el rojocaldera. Ver paisajes invadidos por un verde esplendoroso es precioso, pero ver los paisajes teñidos de tan cálidos colores es asombrosamente impactante para los sentidos. Belleza en estado puro. Y para muestra, un botón, una de las cerca de 400 fotografías que hicimos en esos cuatro días por tierras navarricas, una tierra para admirar paisajística y gastronómicamente.

Selva de Irati (Navarra). Nov. 2011 

Navarra es una comunidad de contrastes: las alturas pirenaicas del norte con los altiplanos de la mitad sur. Aquí podemos encontrar pueblitos que marcados por la historia. Navarra tiene un rico trasfondo histórico en la Edad Media y eso se ve en muchos pequeños municipios de calles empinadas, estrechas y empedradas, cada una con su propia personalidad. Muy cerca de los límites con Navarra, y en Aragón, hay un pueblito, Sos del Rey Católico, donde nació el rey Fernando el Católico, que fue testigo de un encuentro fortuito y no menos sorprendente. Caminando, caminando por una de sus calles, la casualidad nos unió a Nieves y a mi. ¿Que quién es Nieves? Pues ni más ni menos que una de las administradoras del blog La cajita de Nieveselena, una muchacha divertida y con mucha chispa, y a quien conocí en Madrid en la kedada que organizó Tito a principios de octubre. Pero es que casualmente, Nieves y yo vivimos a un palmo la una de la otra, en la misma calle del mismo municipio. No nos vemos ni en la vuelta de la esquina, y nos encontramos en Sos del Rey Católico. ¡No me digáis que no es sorprendente! Podéis leer su divertida crónica aquí.

Nieves y Yolanda 

Y después de tanto "hablar", vamos a centrarnos en la receta, esa calentita y de cuchara que os prometí al principio de la entrada, ¿os acordáis? Se trata de un plato de arroz muy sabroso, acompañado de garbanzos y bacalao. Un plato riquísimo, con un sabor marcado por el tomate, el ajo, y la ñora y ese toque distintivo que solo el bacalao desalado puede darle. ¡Animaos a  hacerlo! Está reiquísimo.

Ingredientes (Para 4 px.)
  • 120 gr. de garbanzos
  • 200 gr. de arroz de grano gordo
  • 400 gr. de migas de bacalao
  • 2 tomates
  • 2 dientes de ajo grandes
  • 1 ñora o pimiento choricero, o una cucharita de pulpa que en algunos comercios ya venden en tarritos
  • 12 hebras de azafrán
  • 1 litro de agua
  • un hueso de jamón grande
  • una cebolla pequeña
  • una hoja de laurel
  • sal
  • aceite de oliva virgen extra
Arroz con garbanzos y bacalao_2  

Elaboración
  1. Tres días antes de elaborar la receta ponemos las migas de bacalao en agua para desalarlas, cambiando el agua cada 8 horas y conservándolas en un recipiente tapado en la nevera.
  2. La noche de víspera de elaboración de la receta ponemos los garbanzos en remojo.
  3. El mismo día de la elaboración de la receta, en la olla a presión ponemos el litro de agua a calentar con la cebolla, la hoja de laurel, un poco de sal y el hueso de jamón, y cuando rompa a hervir incorporamos los garbanzos, que habremos lavado y escurrido del agua en la que estaban en remojo. Tapamos la olla, ponemos la válvula y los dejamos cocer durante una hora a fuego bajo. Dejamos enfriar, abrimos la olla y colamos los garbanzos, reservando el caldo y desechando todo lo demás.
  4. Si no tenemos pulpa de ñora envasada, utilizaremos una ñora, y le practicamos un corte, la escaldamos durante dos minutos en agua hirviendo. Retiramos el pedúnculo, las semillas del interior, y con la punta de un cuchillo raspamos la piel por dentro para extraer la carne de la ñora. Reservamos.
  5. Pelamos y machacamos los dientes de ajo, los ponemos a dorar en un par de cucharadas de aceite en una cazuela. Rallamos los tomates y una vez que el ajo se ha dorado ligeramente, vertemos la pulpa de los tomates en la cazuela hasta que se haya evaporado su propio agua. Incorporamos la carne de la ñora y las hebras de azafrán. Removemos. Incorporamos el arroz y lo rehogamos un par de minutos removiendo constantemente. Vertemos el caldo de jamón que habíamos reservado. La cantidad que emplearemos será el doble que la cantidad de arroz y un poco más. Conviene que tengas más caldo caliente preparado para añadir a la cazuela si fuera necesario. A los diez minutos de haber cocido el arroz añadimos los garbanzos y las migas de bacalao que habremos escurrido previamente. Dejamos cocer el conjunto entre 8 y 10 minutos más.
  6. Servimos calentito con un poco de perejil espolvoreado por encima. ¡Y a disfrutar!

Notas
  • En lugar de cocer los garbanzos con el hueso de jamón, puedes utilizar garbanzos envasados, pero ten en cuenta que el sabor del guiso no será el mismo.
  • Si decides cocer en casa los garbanzos y hacer al mismo tiempo un caldo de jamón, te sobrará caldo después del guiso. Guárdalo para un hacer un caldito caliente o una sopa.

Receta adaptada de la vista en Lecturas Cocina, especial Verano.


 

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ENROLLADOS DE SETAS Y ACEITUNAS NEGRAS. Y SOY LA LETRA ...

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Enrollados de champis y aceitunas negras_1 

Días especiales en la vida de un@ hay muchos, y normalmente entre esos días especiales, los primeros que nos vienen a la cabeza son los que conmemoran cumpleaños.

Hoy, 4 de noviembre, es el cumpleaños de una persona especial en la blogosfera. Los entendidos que se dedican a analizar el significado de los nombres, dicen que quienes se llaman como ella son de naturaleza emotiva, amable y condescendiente. Suave, cordial, sagaz. Ama la armonía de las formas y los métodos persuasivos. Le gusta sentirse alabada. Es ardiente. Se expresa por medio de su dinamismo y su fogosidad. Busca la sobriedad, la soledad y la solemnidad. Ama todo lo que es limpio y luminoso. Es mente de pensamiento práctico. Se expresa como pensador neto y concreto. Se crece en las actividades que requieren disciplina, constancia, esfuerzo, lógica y razón. Ama la pericia, la previsión y la concreción.

Enrollados de champis y aceitunas negras_2 

¿De verdad que tú eres así, Sonia? ¿Y tu número favorito es el 8? Sin conocerla personalmente, como a tantos de los que estáis al otro lado leyendo ahora esta entrada, una puede llegar a hacer un dibujo meramente aproximativo de ciertos rasgos que caracterizan a la persona que lleva un blog. Y por medio de L'Exquisit se puede averiguar que Sonia es una persona a quien le gusta la armomía, que es sobria, solemne, neta y concreta en las formas, como en la de presetarnos cada una de las recetas a que nos invita en su blog. Y solo su disciplina, su constancia y su esfuerzo han hecho de ella, que ponía tan poca atención en la cocina, una persona que se ha superado a sí misma y se ha convertido en la administradora de uno de los mejores blogs culinarios. Pero ante todo Sonia es una gran persona: tímida en los principios, entregada y cariñosa al final.

Cuando Neus me propuso participar en este juego, Sonia, no pude decir que no. Me era imposible. Tú, que estás ahí detrás de cada correo, mostrando tu atención, tu cariño, y tu dedicación a los que te siguen, Quiero que sepas que he disfrutado mucho pensando en lo que te ibas a divertir participando en este juego que consiste en buscar entre tus blogs amigos las letras que forman una palabra misteriosa,  y que descubrirás una vez que hayas logrado averiguar la respuesta a la adivinanza que te proponemos cada uno de nosotros.

Pero antes del "momento adivinanza", ¿qué tal si nos tomamos un descansito disfrutando de una de las recetas que has publicado en tu blog. La decisión no ha sido nada, pero nada fácil. Así que siéntate y tómate un enrolladito de setas, aceitunas negras y ... un ingrediente más que me tendrás que decir tú.

Enrollados de champis y aceitunas negras_3  

Ingredientes

Para la masa
  • 310 gr. de harina normal
  • 250 gr. de queso Philadelphia
  • 125 gr. de mantequilla
  • 1 cdta. de sal
Para el relleno
  • 250 gr. de shii-take (puede ser otro tipo de setas)
  • 50 gr. de aceitunas negras sin hueso y picadas en cuatro cuartos
  • 1 cda. de aceite de oliva virgen extra
  • 1 chorritos de tabasco
  • 5 anchoas picadas finamente
Para barnizar los enrollados
  • 1 yema o agua

Elaboración

De la masa
  1. En un recipiente hondo mezclamos la harina, con el queso Philadelphia, la mantequilla en daditos y la sal. Amasamos hasta que los ingredientes estén bien incorporados. Hacemos una bola con la masa, envolvemos en film transparente y dejamos reposar en la nevera unas 4 horas (yo la tuve 2 horas solamente).
Del relleno
  1. Picamos los shii-take en trocitos pequeños y los salteamos a fuego fuerte con una cucharada de aceite en una sartén. Retiramos y mezclamos con las aceitunas, las anchoas, el tabasco y el aceite de oliva
  2. Ponemos la bola de masa sobre dos láminas de papel de horno y amasamos hasta formar un rectángulo de aproximadamente 30x40 centímetros. Recortamos los bordes para que quede totalmente recto.
  3. Repartimos el rellenos sobre la masa, dejando libres unos cinco centímetros del lado largo por el que terminará el formado del rollo. Enrollamos por la parte más larga y apretando a cada vuelta.
  4. Cortamos 14 trozos de un centímetro de grosor y lo colocamos en una bandeja de horno forrada con papel de horno. Aplastamos con la palma de la mano o con una espátula. Barnizamos los enrollados con una yema de huevo batida, o simplemente con agua.
  5. Horneamos a 200º durante 20 minutos, aunque yo necesité cerca de 30 minutos.
  6. Servir tibios, mucho más ricos que en frío.


Y ahora vamos a por la adivinanza, el blog al que tendrás que ir: tres letras tiene el nombre de su administradora, y lo leas por delante o por detrás, lo leerás igual. Los Romera Pérez disfrutaron de tus brochetas de butifarra con mermelada de higos al módena en el día de la inauguración de su blog, un blog joven.  Y tanto les gustaron, que una año después, para celebrar su cumpleblog, entraron de nuevo en tu cocina para hacer justamente la misma receta que hoy te traigo yo. ¿Ya sabes quién es?

¡Ah! No te olvides de llevarte la letra que he dejado yo en mi blog :))

¡Disfruta de tu día! ¡Sé feliz!

 

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