PASTEL DE MANZANA
"Una manzana al día, del doctor te alejaría", éso es lo que debió pensar Eva, aquella mujer considerada en la Biblia como una incitadora al pecado cuando ofreció a su compañero Adán la manzana de la discordia, la que les convirtió en pecadores, por la que fueron expulsados del paraíso. Pero es que ... ¿a quién se le ocurre ir en pelota picá todo el santo día? No me digáis que no es forma de cogerse catarros, infecciones, virus y demás, y que tuvieran que andar de visita al médico un día sí y otro también. Y Eva, que era muy, pero que muy lista, pensó como toda mujer hace, en el bienestar de los demás, y en invitar a comer una manzana al joven Adán para así librarse de tanta visita al médico. Y simplemente por darle unos mordisquitos a una manzana cogida del árbol del Bien y del Mal, Dios les expulsó del paraíso, les arrojó a la tierra, convirtiéndolos en mortales y castigándoles con el sufrimiento: a Eva a parir con dolor, y a Adán a ganarse el pan con el sudor de la frente. ¡Ah! Y no nos olvidemos de la serpiente. Nadie salió en defensa de Eva para decir que la mayor provocadora de todas fue la serpiente, que ella era la que no paraba de insistir e insitir a Eva, "Anda, dale un mordisquito a esta grande y jugosa manzana, mira cómo brilla". La serpiente, menudo personaje, vaya bicho.
Adán y Eva, de Miguel Ángel
Vamos a aparcar la historia de la manzana de la discordia y vamos a centrarnos en la receta de hoy: un pastel de manzana. Nos encantan este tipo de pasteles de masa crujiente que guarda en su interior una capa melosa de manzana.
Ofrenda de comida en tiempos de la reina Ana de Gran Bretaña, última de los Estuardo. Podemos ver sobre la mesa un pastel de manzana en su "ataúd" (coffin)
Ya en el siglo II, el filósofo griego Galen recomendaba tomar manzana después de las comidas porque asentaba el estómago e impedía que los jugos gástricos regurgitaran; esta práctica es seguida por muchas personas hoy en día, y la manzana es una fruta muy digestiva.
En cuanto a la tarta de manzana, conocida como apple pie en inglés, se viene elaborando en Inglaterra desde el siglo XIV, o al menos se tiene constancia de este punto en el tiempo por un libro de cocina que data de entonces y en el que había una receta de susodicho pastel. Pero entonces, la capa crujiente que recubría la manzana no se comía; recibía el nombre de coffin, o "ataúd" en castellano, vaya nombrecito. Como edulcorante se usaba mayormente miel, porque el azúcar era muy escaso y difícil de conseguir. Ya en el siglo XVI comenzó a comerse la cobertura crujiente y a usar azúcar en lugar de miel. Y de aquí, los colonos ingleses se la llevaron a los Estados Unidos, y de hecho, hay tanta pasión en aquel país por el pastel de manzana, que se llega incluso a decir As American as apple pie, o en castellano, "tan americano como el pastel de manzana", cuando no hay nada de cierto en ésto, puesto que es un postre de origen europeo.
Elaborando tartas de manzanas y otros dulces, como los spretzels, típicos de Alemania. Época medieval.
Después de toda esta charla, ya sé que estáis deseosos de saber cómo hacer el pastel de manzana. Pues venga, vamos a ello.
Ingredientes
Para la masa
- 400 gramos de harina
- 1 cdta de levadura química
- 1 cdta de azúcar
- 1 pellizco de sal
- 200 gr de mantequilla fría cortada en daditos
- 100 gr de agua fría
Para el relleno
- 1 kg de manzanas verdes peladas y cortadas en cuartos; yo recomiendo encarecidamente del tipo "reineta"
- 1 cda de zumo de limón
- 100 gr de azúcar
- 100 gr de agua
Baño de azúcar
- 20 gr de leche
- 100 gr de azúcar
Elaboración
Sin thermomix
- Para elaborar la masa, en un recipiente ponemos la harina, la levadura, el azúcar, la sal y la mantequilla y mezclamos con las manos. Al principio nos quedará una masa con consistencia se migas. Añadimos el agua y seguimos amasando hasta que los ingredientes se hayan incorporado. Es una masa muy fácil de trabajar. Formamos una bola, mejor ya fuera del recipiente, y la envolvemos con film transparente. Dejamos reposar en la nevera mientras preparamos las manzanas. No conviene dejarla mucho más tiempo, porque si no, se pondrá demasiado dura y será mucho más difícil manipularla.
- Para el relleno, en otro recipiente ponemos las manzanas, ya peladas y troceamos los cuartos en trocitos más pequeños, como de un centímetro de grande, los rociamos con el zumo de limón y mezclamos para que el zumo llegue a todos los trozos de manzana.
- Sacamos la masa de la nevera y la dividimos en dos partes iguales. Espolvoreamos la superficie de trabajo con harina y extendemos una de las mitades de la masa para cubrir un molde redondo de unos 30 centímetros de diámetro. Enmantequillamos un molde circular, cubrimos la base con la masa extendida, y distribuimos la manzana sobre la masa. Espolvoreamos con el azúcar y el agua.
- Extendemos la otra mitad de la masa para cubrir con ella las manzanas. Sellamos los bordes con los dedos dándole una forma de trenza, o remetiendo los bordes de la capa superior con la inferior. En este caso, pasamos el rodillo por los bordes para retirar el excedente de masa. Pinchamos la superficie con un tenedor, y en el medio hacemos un corte para formar una chimenea por la que saldrá el vapor de la cocción de las manzanas.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Para el baño de azúcar, ponemos la leche con el azúcar en un cazo para calentarla sin que llegue a hervir. Removemos para que se disuelva el azúcar. Vertemos esta mezcla por encima de la tarta con una cuchara y antes de hornearla.
- Introducimos el pastel en el horno y dejamos que se hornee durante unos 50 minutos.
Con thermomix 31
- Para la masa, ponemos la harina, la levadura, el azúcar, la sal y la mantequilla en el vaso y programamos 10 segundos, velocidad 6. Añadimos el agua y programamos 15 segundos, velocidad 6. Retiramos la masa del vaso, amasamos para darle forma de bola y la refrigeramos mientras preparamos las manzanas. Veréis que la masa se trabaja muy fácilmente.
- Para el relleno, ponemos en el vaso la mitad de las manzanas en cuartos con el zumo de limón, y las trituramos durante 3 segundos, velocidad 4. Si queda algún trozo más grande, córtalo con el cuchillo. Retira las manzanas a un recipiente, y haz la misma operación con la otra mitad de las manzanas.
- Retira la masa de la nevera y divídela en dos partes iguales. Espolvorea la superficie de trabajo con harina y extiende una de las mitades de la masa con un rodillo para cubrir un molde de 30 centímetros de diámetro. Enmantequilla el molde y coloca la masa en el mismo. Vierte las manzanas encima y distribúyelas homogéneamente. Espolvorea con el azúcar y riega con el agua.
- Extiende la segunda mitad de la masa y cubre con ella las manzanas. Sellamos los bordes con los dedos dándole una forma de trenza, o remetiendo los bordes de la capa superior con la inferior. En este caso, pasamos el rodillo por los bordes para retirar el excedente de masa. Pinchamos la superficie con un tenedor, y en el medio hacemos un corte para formar una chimenea por la que saldrá el vapor de la cocción de las manzanas.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Para el baño de azúcar, ponemos la leche con el azúcar en un cazo para calentarla sin que llegue a hervir. Removemos para que se disuelva el azúcar. Vertemos esta mezcla por encima de la tarta con una cuchara y antes de hornearla.
- Introducimos el pastel en el horno y dejamos que se hornee durante unos 50 minutos.
Notas
- Puedes servir una porción de este rico pastel con una bola de helado de vainilla o de nata semi-montada edulcorada con una cucharada de azúcar y/o una cucharadita de esencia de vainilla y que añadirás casi al final de haber montado la nata con la textura deseada.
Fuente de la receta: Revista Thermomix Magazine nº 27
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